Piedad Córdoba, la exsenadora colombiana expresó su profundo rechazo a la intensificación del boqueo de Estados Unidos contra Cuba.
Es una infamia y una ignominia lo que está haciendo el gobierno de Donald Trump con Cuba porque el pueblo de Cuba decidió soberanamente su destino, como lo hicieron el de Venezuela y el de Nicaragua, países también hostigados, expresó a Prensa Latina la excandidata presidencial.
Para la excongresista ningún país debe atribuirse el derecho de bloquear a otro, de agredirlo, de intentar asfixiarlo por no coincidir con su forma de gobierno.
Condena de la Ley Helms Burton
Reconocida defensora de la paz de Colombia y de los derechos de los históricamente desprotegidos en su país, Córdoba condenó en particular la activación del Título III de la Ley Helms Burton y la decisión de la actual administración estadounidense de impedir los viajes educativos.
La humanidad entera debiera levantarse para impedir tanto atropello contra una nación que a lo largo de su historia revolucionaria y, pese al cerco genocida en su contra, no ha hecho otra cosa que derrochar solidaridad con los pueblos del mundo, enfatizó.
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La solidaridad con los cubanos debiera ser cada vez mayor en todo el mundo, añadió luego de mencionar que Colombia en particular tendrá que guardarle eterna gratitud a Cuba por su papel como garante y anfitrión de los diálogos de paz.
Los que conocen de verdad a Cuba sentirán siempre profunda admiración hacia un pueblo que a cada paso, en medio de escaseces y limitaciones de todo tipo, desprende generosidad y humanismo, destacó.
Felicitaciones a Prensa Latina
La exsenadora colombiana Piedad Córdoba felicitó hoy a Prensa Latina por cumplir 60 años al lado de los pueblos, con un mensaje centrado en la verdad frente a los medios tradicionales portadores de la mentira.
En declaraciones a la corresponsalía de Prensa Latina en Colombia, la excongresista hizo mención del compromiso social y el prestigio alcanzado por la agencia y agradeció a sus periodistas por ayudar a conocer otras realidades y constituir un oasis de trascendencia en medio de la apabullante banalidad del mundo actual.