Barricada

Sandino: en defensa de la Dignidad y Soberanía de Nicaragua

“Todos los días nos conmemoramos Heroicos Defensores de nuestra Soberanía Nacional, caminando las Rutas, el Legado de Patriotismo de nuestro General de Mujeres y Hombres Libres”

Cra. Rosario Murillo, 15 de mayo de 2023

Hoy conmemoramos el 128 Aniversario del Natalicio del General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino. Lideró por siete años la resistencia armada contra el ejército de ocupación estadounidense, hasta lograr la expulsión de las tropas norteamericanas, el 1 de enero de 1933.

Defendiendo la Soberanía de Nicaragua, se convirtió en símbolo de antiimperialismo y dignidad nacional. Su figura despertó la admiración de los pueblos de Latinoamérica y el mundo.

En el pequeño pueblo chorotega de Niquinohomo, nació el 18 de mayo de 1895, un niño que traía consigo el don de la rebeldía y del amor a su patria. 

Nació un día antes de la muerte del Apóstol de la Libertad de Cuba, el poeta José Martí, que ofrendó su vida en la Batalla de Dos Ríos, el 19 de mayo del mismo año.  Sandino, continuidad de Martí, semillas que caminan por la América Latina.

Augusto Nicolás Calderón Sandino, cuando todavía era un adolescente, observó con indignación cómo los invasores norteamericanos ultrajaban el cuerpo sin vida del General Benjamín Zeledón, muerto en batalla contra los invasores extranjeros y los vendepatria locales. Este hecho lo marcaría profundamente y más adelante el General afirmaría que consideraba su lucha por la liberación de Nicaragua, en continuidad con aquella librada en su momento por Zeledón.

Su formación autodidacta se forjó en los barcos mercantes, en las plantaciones bananeras de Honduras y Guatemala, en los campos petroleros mexicanos. 

A través de la lectura y las reuniones de sindicatos, profundizó en el pensamiento transformador de los seres humanos y las sociedades, para trascender Siempre más Allá, evolucionando constantemente.

Regresó a su país de origen para demostrar que Nicaragua tiene hijos que la aman.  Se unió a la guerra constitucionalista en el Ejército liberal, y cuando se impuso la traición con la firma del pacto del Espino Negro, con el cual Moncada vendió a los patriotas, el General Sandino, proclamó que ese día, el 4 de mayo, fuera el Día de la Dignidad Nacional, marcando así el inicio de la guerra por la liberación y la soberanía de Nicaragua.

Tras siete largos años de lucha, el General Sandino, al frente del “pequeño ejército loco de voluntad de sacrificio”, como le llamó con admiración la escritora chilena Gabriela Mistral, logró que se retiraran los invasores yanquis.  El primero de enero de 1933, se fueron las tropas del imperio, pero dejaron organizada a la Guardia Nacional para que continuara reprimiendo al pueblo y a los combatientes sandinistas, que habían entregados las armas, tras el acuerdo de paz.  Sandino, viajó a Managua para pedir garantías para sus hombres y mujeres, y condiciones para llevar adelante el proyecto de Cooperativas de Wiwilí. 

El general Pedro Altamirano, le pidió que no viajara, porque sentía aires de traición y muerte, pero el General decidió afrontar los riesgos para construir la paz. 

El 21 de febrero de 1934, fue asesinado, junto a sus queridos compañeros Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor.  El Coronel Santos López, único sobreviviente de la masacre, se convertiría en el eslabón vital entre Sandino y el FSLN.

La bandera combativa de nuestro General fue rescatada por el comandante Carlos Fonseca Amador, con la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional en 1961.

El General Augusto C. Sandino, según el historiador Aldo Díaz Lacayo, “fue un adelantado activista social, un militante político antipartido. No un político profesional sino un artesano”, como él se autodefinía.Un autodidacta que en apenas siete años desarrolló una vasta cultura político-ideológica, y una estrategia militar, que aún hoy día se le reconoce en todas las latitudes. Desde un principio asumido como héroe por todos los pueblos americanos: “Diomedes de América”, como le llamó Toynbee. Desde entonces también fue universal, como lo fue Darío. No en las letras, sino en el ámbito de la liberación, que es igualmente amplio, e igualmente antiguo, connatural a la lucha de liberación del hombre: “General de los hombres libres”, como le dijo Barbusse. Decir Sandino, en su época y ahora, y por el resto de la historia, es decir liberación nacional” (Aldo Díaz Lacayo).

Fuente:

Simposio Darío-Sandino, Organizado por la Coordinación Ejecutiva de la Biblioteca del Banco Central de Nicaragua lunes 16 de febrero de 2009.

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