Barricada

Aldo Díaz Lacayo, Maestro Irrepetible

Historiador de Nicaragua

Por: Víctor Manuel del Cid  y Humberto Avilés Bermúdez

«Aldo es un Militante, un Combatiente Sandinista, un Combatiente que tiene la capacidad de combinar la Cultura, la batalla de las ideas para fortalecer la Lucha del Pueblo nicaragüense. Y él es un extraordinario Historiador […]

Y para concluir, en nombre del Pueblo nicaragüense, del Pueblo-Presidente, Querido Hermano Aldo Díaz Lacayo, nos estamos viendo y estoy prendiendo en tu pecho la Orden Augusto Sandino, “Batalla de San Jacinto”, que es la Máxima Orden, la ponemos en tu pecho, Aldo, en tu pecho, Hermano».

Comandante Daniel Ortega, 18 de mayo de 2022

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Hoy conmemoramos el Primer Aniversario del paso a otro plano de vida del Doctor Aldo Díaz Lacayo, historiador, intelectual y editor.
Merecedor de la orden Augusto C. Sandino Batalla de San Jacinto en 2022, el máximo reconocimiento que entrega el Gobierno de Nicaragua a personalidades destacadas. Hoy el Equipo de Barricada les trae su semblanza.

El doctor en Humanidades, Aldo Díaz Lacayo, de incomparable trayectoria en la Revolución Sandinista, leal hasta el último suspiro, dedicó su vida a las luchas liberadoras de Nicaragua y del continente.  Rebelde desde muy joven, pasó de la mochila guerrillera al mundo académico y a la diplomacia.   Buscador incesante de las raíces originarias de nuestra historia y cultura, por él consideradas como bases fundamentales de la identidad nacional nicaragüense.   Se consideraba a sí mismo como un mestizo con raíces originarias, hermosa manera de reconocerse y ejercer como ciudadano de una patria multicultural, integradora de todas las culturas indígenas, mestizas y afrodescendientes.

Librero y editor por vocación, disciplinado investigador, acucioso historiador, brillante analista llegado a la historia por la política como declaraba con la sinceridad que le caracterizó; elocuente orador, escritor impecable, compañero de todos en la más amplia acepción,  Aldo Díaz Lacayo   armonizaba  con sencillez y naturalidad la  academia con la sabia erudición.  

Como pensador, supo enseñarnos que los conocimientos deben ser compartidos para que puedan crecer, florecer y, por ello mismo deben cultivarse con generosidad.   Sus tan esperadas charlas o conferencias, partían de la pregunta provocadora, esencia de la pedagogía crítica «¿De qué quieren que hablemos?  Pregunten, para que podamos conversar«.   De dicha pregunta, se desataba un torrente de saber, que bien podía ser compartido en un Aula Magna Universitaria, en uno de los salones del Ministerio de Relaciones Exteriores o en la memorable tertulia de su librería “Rigoberto López Pérez”, en el Centro Comercial Managua, donde cada momento era una oportunidad para compartir con sus colegas académicos, con jóvenes, que lo visitaban para hacerle consultas o con la persona más sencilla.  

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Así es el verdadero maestro,  esa  es la dimensión de la noble pedagogía, que caracterizó al Compañero con mayúsculas , ALDO DÍAZ-LACAYO, mentor de todo aquel que quería aprender.

Ante la urgencia de la época y los signos de los tiempos, Aldo dedicó grandes esfuerzos intelectuales y físicos para concluir su obra más grande sobre el General Augusto Nicolás Calderón Sandino, una biografía política extensa, escudriñadora de lo humano, lo espiritual y en definitiva, lo infinitamente grandioso que hay en la gesta del Héroe de Las Segovias.   Desde su niñez, juventud, sus viajes como marinero, la lucha, la muerte, la resurrección en Carlos Fonseca Amador.   Con la sencillez que caracteriza a las personas sabias tituló esta obra “A.C. Sandino.  Otro aporte a su biografía política”.  Esta inmensa obra, compendio de años de arduo trabajo investigativo la logró concluir apenas un año antes de su viaje infinito.   Al terminarla, crítico y consciente del escaso hábito de lectura existente, expresó su esperanza de que se publicara como testimonio de la grandeza de Sandino, “tan presentido, pero poco conocido,” como él solía decir.   

Un magistral discurso, minuciosamente preparado como acostumbraba, es el pronunciado en la Asamblea Nacional de Nicaragua, al recibir la Medalla de Honor en Oro, el jueves 11 de mayo de 2017, con el título de “Visión estructural de la coyuntura”.  Se trata de una brillante alocución que debería incorporarse a los programas de formación política en universidades y otros centros educativos.  

En dicha pieza oratoria nuestro Aldo nos lega una extraordinaria prospección de lo que ahora se empieza a concretar en el escenario de las relaciones internacionales: el cambio de época histórica, en la que occidente deja de ser hegemónico   y cede ante nuevas fuerzas que pugnan por un mundo multipolar.  Cambios civilizatorios que se aceleran.  Nos recordó en este memorable discurso, que la historia no debe ser vista y menos analizarse al margen de la coyuntura, debe hacerse conforme a la visión estructural de la coyuntura, con visión estratégica, porque no debemos ser de los que creen que la tierra solo gira alrededor de sí misma y se olvidan de la traslación alrededor del sol.   Esta invitación a mantener la mirada larga, en perspectiva, responde a que la vida humana no se agota en veinticuatro horas, ni en un millón de milenios, la tierra, nuestro planeta, enfatizaba el Compañero Aldo, gira y se traslada desde siempre y para siempre, salvo un nuevo Big Bang.

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Por eso entre otros destellos a destacar de su pensamiento, supo enseñarnos que la visión estructural de la historia debe ser ascendente, «hacia arriba, ese arriba hacia donde sale el sol…» convencidos de que la paz es el único camino.

Los reflujos históricos son recurrentes, siempre habrá un nuevo flujo, infinitamente.  Y siempre, nos recordaba, habrá lucha anti hegemónica, lo que explica la crisis geopolítica y la respuesta agresiva, abierta o encubierta, del imperialismo.   La humanidad está viviendo un nuevo flujo histórico, el equilibrio global está cambiando, el eje Este/Sur se está consolidando como un nuevo punto de equilibrio global, está bien preparado y controla gran parte de la economía mundial, el Norte occidental es incapaz de vislumbrar un nuevo mundo.

«Nada sucede al margen de la historia«, esta es la enseñanza del sin parangón, analista político Aldo Díaz Lacayo.  Sin duda, este discurso merece ser difundido y analizado para entender los acontecimientos actuales a la luz de los cambios civilizatorios.

En un pequeño libro publicado en el año 2021 por el Foro Nicaragüense de Cultura, en ocasión del Bicentenario de la Independencia de Centroamérica, titulado Sincerar la Historia”, Aldo Díaz Lacayo, nos deja un aporte importantísimo para la correcta interpretación de la historia de la independencia regional. Nos demuestra como la historia a veces se escribe y se cuenta de manera errada, por ejemplo, el descubrimiento de América o la Independencia regional que se conmemora el 15 de septiembre de cada año.   En 1821, la Independencia de Centroamérica, apenas fue un acto burocrático de traspaso de poder de las autoridades coloniales a la oligarquía criolla, tramado en la ciudad de Guatemala, entonces capital del Reyno, por la familia oligarca Aycinena y sus allegados. Entonces Centroamérica fue anexada al imperio mexicano de Agustín de Iturbide por dos años.  Fue hasta el 1 de Julio de 1823, que se dio la verdadera independencia con un espíritu de auténtica libertad y de oposición a cualquier nuevo intento de colonización.  Este libro, resulta imprescindible para la descolonización de la historia, así como para una mejor comprensión de las raíces populares de lucha contra los viejos y nuevos modelos de dominación extranjera en nuestros países.

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El 28 de mayo del año 2022, cuando la vida florece, en pleno fin del mes de la Dignidad Nacional que Sandino rescató al no discutirla y defenderla con las armas en la mano, así como con las que estén a mano…

Ahora transcurrido un año, Aldo Díaz Lacayo como lluvia que moja y empapa  nuestro pensar, trascendió al plano inmortal con su obra escrita y oral, la publicada y grabada, respectivamente, con su lealtad militante de revolucionario a tiempo completo…  No reina en el olvido, está siempre aquí, con y entre nosotros…

Diciéndonos que leamos más, analicemos y reflexionemos lo leído… Que preguntemos lo preciso para comprender la permanente necesidad de Sincerar la historia…

Hoy su mirada es larga más allá del día y la noche, infinita su sonrisa tanta e intensa como su sincera edad- sinceridad, ya parte insustituible de nuestra historia, la escrita por Sandino, Ramón Raudales, Carlos Fonseca Amador y los héroes y mártires de El Chaparral, Tomás y nuestro pueblo…

Por Aldo Díaz-Lacayo, ¡Caballero de la Historia, Compañero de todos, Diplomático de todo tiempo, Maestro Irrepetible!

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

Managua, mayo de 2023

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