Barricada

«Antes de rayar el alba». La Batalla de San Jacinto, en el relato del General José Dolores Estrada

“Esta es una fecha emblemática para toda Centroamérica, porque para estos días hace 167 años ya se estaban dando los combates contra los invasores yanquis encabezados por William Walker, y donde Nicaragua, uniendo esfuerzos también con otros Pueblos Centroamericanos, Honduras, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, estando todos convencidos que si el yanqui se apoderaba de Nicaragua, donde ya para estos días hace 167 años el yanqui ya era Presidente de Nicaragua, William Walker, imagínense, Presidente de Nicaragua, acompañado del Embajador yanqui.

Y, si eso pasaba, sabían los otros Pueblos Centroamericanos que luego se apoderaría de todo Centroamérica y se haría Presidente de Centroamérica, y lo primero que haría en todos esos Pueblos Hermanos es lo que ya había hecho en Nicaragua: Su primer Decreto fue establecer la esclavitud, como buen imperialista.

Y para estos días ya se estaba combatiendo, ya se estaban dando luchas en diferentes puntos de nuestro País, ya estaban combatiendo también Hermanos Centroamericanos. Fue una Unidad Antiimperialista, Antiexpansionista la que se dio en ese momento, y se logró finalmente derrotar al invasor yanqui, pasando por esa fecha histórica que ya viene, que es la Batalla de San Jacinto.

La Batalla de San Jacinto moralizó a los Luchadores Centroamericanos, porque entonces vieron que era posible derrotar al yanqui, aun con las piedras, como lo hizo nuestro Hermano, nuestro Héroe, Andrés Castro”.

Comandante Daniel, 12 de septiembre de 2023

El vencedor de la Batalla de San Jacinto, Héroe Nacional de Nicaragua, General José Dolores Estrada, todavía con las armas humeantes por el fragor de la lucha, redactó el parte de guerra al Supremo Gobierno.  En su relato describe como estaban organizadas los soldados del Ejército Libertador, el momento del ataque, y la defensa bien organizada.  Resalta la valentía y el coraje de oficiales y soldados que cubrieron de gloria las armas nicaragüenses, derrotando a un número superior de aventureros yanquis que pagaron con su vida la osadía de querer subyugar a un pueblo aguerrido, amante de la libertad.   Barricada Historia, comparte de manera integra este parte oficial, que revive las horas dramáticas de la épica batalla de San Jacinto. 

BATALLA DE SAN JACINTO

PARTE OFICIAL DEL GENERAL JOSÉ DOLORES ESTRADA

Señor General del Ejército Libertador de la República – D.U.I.- San Jacinto, Septiembre 14 de 1856.

         Del comandante de la División Vanguardia y de Operaciones.

 “Antes de rayar el alba se me presentó el enemigo, no ya como el 5 memorable, sino como en número de más de doscientos hombres, y con las prevenciones para darme esforzados y decisivo ataque.  En efecto, empeñaron todas sus fuerzas sobre la nuestra ala izquierda, desplegando al mismo tiempo guerrillas que atacaban nuestro frente, y logrando, a poca costa, ocupar un punto del corral que cubría nuestro flanco, merced a la muerte del heroico oficial don Ignacio Jarquín, que supo sostener su puesto de honor hasta perder la vida peleando pecho a pecho con el enemigo.

 Esta pérdida nos produjo otra, porque nuestras fuerzas eran batidas ya muy en blanco, por la superioridad del terreno que ocupaba el enemigo, quien hacía su fuego firme y sostenido; pero observando yo esto, y lo imposible que se hacía recobrar el punto perdido, atacándolo de frente porque no había guerrilla que pudiera penetrar por tal lluvia de balas, ordené que el Capitán graduado don Liberato Cisne con el Teniente José Ciero, Subteniente don Tomás Fonseca y sus escuadras salieran a atacarlos por la izquierda, quienes como acostumbrados y valientes les dieron una carga formidable, haciendo desalojar al enemigo que, espavorido en terror, salió en carrera después de cuatro horas de fuego vivo y tan reñido que ha hecho resaltar el valor de nuestros oficiales y soldados que nada han dejado que desear.

 A la sombra del humo hicieron su fuga, que se la hizo más veloz el siempre distinguido Capitán don Bartolo Sandoval, que con el recomendable Teniente don Miguel Vélez y otros individuos los persiguieron, montados en algunas bestias que les habían avanzado, hasta de aquel lado de San Idelfonso, más de cuatro leguas distante de este Cantón.  En el camino les hicieron nueve muertos, fuera de diez y ocho que aquí dejaron, de suerte que la pérdida de ellos ha sido de veintisiete muertos, fuera de los heridos, según las huellas de sangre que por varias direcciones se han observado.  Se les tomaron, además, veinte bestias, entre ellas, algunas bien aperadas, y otras muertas que quedaron, veinticinco pistolas de cilindro, y hasta ahora se han recogido 32 rifles, 47 paradas (cartucheras), fuera de buenas chamarras de color, una buena capa, sombreros, gorras y varios papeles que remiten.

 En la lista, que le incluyo, constan los muertos y heridos que tuvimos, lo cual es bien poco para el descalabro que ellos sufrieron, sobre el que se dará un parte circunstanciado cuando mejor se haya registrado el campo.  Sin embargo, de la recomendación general que todos merecen, debe hacerse especialmente la del Capitán graduado Liberato Cisne, Teniente don José Ciero, don Miguel Vélez, don Alejandro Eva, don Adán Solís y don Manuel Marenco, que aún desúés de herido permaneció en su puesto sosteniéndolo y la del Subteniente don Juan Fonseca, y sargentos primeros Macedonio García, Francisco Estrada, Vicente Vigil, Catarino Rodríguez, Manuel Paredes: cabos primeros, Julián Artola y Faustino Salmerón y los soldados Basilio Lezama y Espiridión Galeano.         Se hizo igualmente muy recomendable el muy valiente sargento primero Andrés Castro quien, por faltarle fuego a su carabina, botó a pedradas a un americano que atrevido se saltó la trinchera para recibir la muerte.  Yo me congratulo al participar al señor General el triunfo adquirido en este día sobre los aventureros, y felicito por medio al Supremo Gobierno por el nuevo lustre de sus armas siempre triunfadoras. – José Dolores Estrada. – Conforme. – León, Septiembre 22 de 1855.- Baca. –  Aquí un sello que dice: Estado de Nicaragua. – Ministerio de la Guerra del Supremo Gobierno.

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