Barricada

Pablo Neruda, inmensamente humano en el 50 aniversario de su partida

Me has hecho indestructible porque contigo no termino en mí mismo.

Amo cuanto en las extensiones a golpe de amor y lucha el hombre ha creado.

(Canto General)

El 23 septiembre de 1973, hace 50 años, falleció en Chile, el poeta Pablo Neruda. Fue enterrado, rodeado de soldados, para imponer silencio al pueblo chileno, que gritó al mundo su dolor. Su casa fue saqueada y sus libros quemados.

Sin embargo, sigue vivo en sus vibrantes poemas. El equipo de Barricada les comparte su semblanza.

Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, nació el 12 de julio de 1904 en Parral, Chile; falleció hace cincuenta años, el 23 de septiembre de 1973, en Santiago de Chile, acompañado de su amada Matilde Urrutia.   Todos lo conocemos por su seudónimo, Pablo Neruda, adoptado en 1946 en honor al escritor checo Jan Neruda, y que luego se convirtió en su nombre legal.

Neruda, el diplomático

Poeta, escritor, diplomático, político, una vida consagrada a las letras y a las luchas contra las injusticias históricas, en su país natal y en toda Latinoamérica.  Fue cónsul en Ceylán, Buenos Aires, Barcelona, Madrid, México y embajador en París, concluyendo su trabajo en el servicio exterior de Chile, en el año de 1972.  

Poeta fecundo

Pablo Neruda fue galardonado en 1971, cuando contaba con 67 años de edad, con el Premio Nóbel de Literatura por “ser autor de una poesía que, con la acción de una fuerza elemental, da vida al destino y los sueños de un Continente”.    En 1972 se le otorgó el Premio Lenin de la Paz.

En su temprana juventud, cuando apenas tenía 20 años de edad, publicó sus “20 poemas de amor y una canción desesperada”, creación magistral cuya belleza perdura, una joya de la literatura amatoria.  Luego vino el parto de Crepusculario (1923), Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), Residencia en la Tierra (1925-1931), Los versos del capitán (1952), Canción de Gesta (1960).  Confieso que he vivido, sus memorias, fue publicado póstumamente en 1976,

El Canto General, memoria de Latinoamérica

Mención especial merece su magnífico “Canto General”, décimo poemario de Neruda, publicado en 1959.  En él se sumerge en el alma latinoamericana, hurga en su historia trágica y canta a la esperanza de la redención por medio de la lucha.  Los versos del Canto General, fruto de largo tiempo dedicado a escrudiñar en la memoria colectiva es imprescindible para comprender nuestro pasado y presente.  El Canto IV y su poema XXXVIII se titula “Sandino”, un homenaje al General de Mujeres y Hombres Libres, del cual compartimos un fragmento:

SANDINO (1926)

Sandino colgó a los intrusos.
Los héroes de Wall Street
fueron comidos por la ciénaga,
un relámpago los mataba,
más de un machete los seguía,
una soga los despertaba
como una serpiente en la noche,
y colgando de un árbol eran
acarreados lentamente
por coleópteros azules
enredaderas devorantes.


Sandino estaba en el silencio,
en la Plaza del Pueblo, en todas
partes estaba Sandino,
matando norteamericanos,
ajusticiando invasores.
Y cuando vino la aviación,
la ofensiva de los ejércitos
acorazados, la incisión
de aplastadores poderíos,
Sandino, con sus guerrilleros,
como un espectro de la selva,
era un árbol que se enroscaba
o una tortuga que dormía
o un río que se deslizaba.
Pero árbol, tortuga, corriente
fueron la muerte vengadora,
fueron sistemas de la selva,
mortales síntomas de araña

Pablo Neruda, el político

El primer encuentro de Neruda con la política tuvo lugar en la década de 1920, participando eventualmente en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, inicio de una creciente sensibilidad social que fue acrecentándose a lo largo de su vida y que influenció su obra poética. Cuando estalló la guerra civil española Neruda era cónsul de Chile en Barcelona, en un ambiente de polarización política, es en este momento histórico que el poeta toma posición política y lo manifiesta en su poema “Explico algunas cosas”.   A partir de esta experiencia su poesía se impregnó de sentido social y emprendió su largo caminar en la política.   En 1945 ingresó al Partido Comunista de Chile y fue elegido Senador por Tarapacá y Antofagasta.   En 1948 fue declarado ilegal el Partido Comunista y Neruda tuvo que vivir en la clandestinidad y el exilio, regresando a su patria en 1952.

Fue precandidato presidencial en 1970 cuando se designó a Salvador Allende, como candidato de la Unidad Popular, proyecto político en el que dos estaban comprometidos.  Neruda y Allende, son arquetipos de la izquierda latinoamericana, militantes abnegados, unidos por una amistad entrañable, son ahora estrellas que brillan en la historia del continente, el compañero presidente y el poeta, referentes de una época nefasta en que las garras del fascismo se ensañaron en los pueblos del cono sur y otros países de nuestro continente nuestro americano.

El golpe fascista y la muerte del poeta

El gobierno de la Unidad Popular no tuvo un minuto de sosiego.  Desde la toma de posesión se hecho a andar un plan de desestabilización económica y política, bajo la dirección directa de la Agencia de Inteligencia de los Estados Unidos, conocida como la CIA.  El 15 de septiembre de 1970, Richard Nixon, el entonces presidente de Estados Unidos ordenó que se evitara el triunfo de Allende, o en todo caso derrocarlo, un complot que tuvo su final el 11 de septiembre de 1973 cuando las fueras militares encabezadas por el general Augusto Pinochet, atacaron el Palacio de la Moneda.  El compañero presidente Salvador Allende, murió ese día, con la dignidad intacta.  Chile fue cubierto por la sombra de la dictadura, férrea, sangrienta.El poeta, con el corazón quebrantado por el golpe artero, se rindió, no pudo más, y se rindió a la muerte el 23 de septiembre, apenas doce días después del golpe.   A 50 años del golpe militar en Chile, en la patria latinoamericana, se rinde homenaje a los dos grandes hombres, militantes de la vida, el Compañero presidente Salvador Allende y el poeta que cantó al amor y a los pueblos, Pablo Neruda.

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