Barricada

Casimiro Sotelo y la generación más cruda de la siembra

“¿Qué es Casimiro para nosotros? En primer lugar representa la generación más cruda de la siembra, de abonar mucha conciencia, se tenía que trabajar mucho en la conciencia de la gente y se hacía sobre todo con mucho riesgo, con mucho audacia”.

Compañero Jacinto Suárez, 2014

El 4 de noviembre de 1967, hace 56 años, el dirigente estudiantil y miembro de la Dirección Nacional del FSLN, Casimiro Sotelo y los compañeros Hugo Medina, Edmundo Pérez y Roberto Amaya fueron capturados por la Guardia Nacional en el barrio Monseñor Lezcano de Managua. Fueron torturados y posteriormente asesinados por la Guardia genocida de la dictadura somocista.

A esa generación le tocó vivir tiempos muy duros, el FSLN había sido fundado solamente seis años antes. En esa época, se hacía trabajo de hormiga, algunos de manera clandestina, otros militantes se dedicaban a la labor de hacer conciencia social, política y revolucionaria. Enfrentar a la dictadura somocista en ese contexto era extremadamente arriesgado, extremadamente peligroso.

El Equipo de Barricada honra la memoria de Casimiro Sotelo, Hugo Medina, Edmundo Pérez y Roberto Amaya, compartiendo con sus lectores la biografía de estos jóvenes valientes, quienes dieron sus vidas, en la lucha por la libertad de Nicaragua.

Casimiro Sotelo

Un joven capitalino que nació el 14 de noviembre de 1944, demostró su compromiso patriótico integrándose al Frente Sandinista de Liberación Nacional. Participó en muchas protestas anti-somocistas en 1958.

En 1960, se integró al movimiento Juventud Patriótica Nicaragüense (JPN), destacándose en las actividades realizadas, para fortalecer el pensamiento político dentro de la juventud nicaragüense, que estaba en contra de Somoza.

En los años en la universidad, entre los estudios y su compromiso social de lucha, se integró y trabajó con el movimiento estudiantil en la Universidad Centroamericana. Fue responsable del Frente Estudiantil Revolucionario (FER) y se involucró en el fortalecimiento del Centro Estudiantil Universitario de la Universidad Centroamericana (CEUUCA).

En 1962, fue electo como Secretario de Relaciones Públicas del Centro Estudiantil Universitario de la Universidad Centroamericana (CEUUCA), asumiendo su rol con todo el sentido de responsabilidad, organizando las bases estudiantiles e impulsando la realización de una huelga estudiantil.

En el Frente Estudiantil Revolucionario, Casimiro promovió la organización del CEUUCA para realizar su primer congreso, que se vio concretado en 1963, donde su participación y la de Julio Buitrago estuvieron entre las más notables. Ese mismo año, participó en actividades políticas, en especial en el movimiento estudiantil, siempre estando al frente de las movilizaciones y huelgas realizadas por la Universidad.

En 1966, fue nombrado Secretario General del Frente Estudiatil Revolucionario (FER), continuando con la tarea de formación de células, organización estudiantil y lucha contra la dictadura militar somocista desde las aulas de clases, un deber que sentía como un joven dispuesto a realizar todo para dar a Nicaragua, un mejor futuro.

Posteriormente ante su destacada participación en el movimiento estudiantil e importante papel político como sandinista, fue nombrado miembro de la Dirección Nacional del Frente Sandinista.

Fue aquel fatal 4 de noviembre de 1967 que los “orejas” delataron a los jóvenes, la Guardia Nacional ubicó la casa de seguridad donde Casimiro estaba, junto a los compañeros Edmundo Pérez, Roberto Maya y Hugo Medina, jóvenes integrados a la lucha anti-somocista. Los muchachos fueron capturados y asesinados.

El diputado Jacinto Suárez (q.e.p.d.) en el 2014, en una entrevista concedida al 19 Digital relató: “Al cadáver de Casimiro le dejaron el mismo número de perforaciones que tenía el cadáver de Gonzalo Lacayo (sargento somocista), lo digo porque a mí me tocó verlo, identificarlo, realmente lo que querían era meter terror”. De hecho, días antes del asesinato de Casimiro, Lacayo había sido ajusticiado por combatientes populares y en venganza, la guardia acribilló a los dirigentes sandinistas, que se encontraban en una casa de seguridad en Monseñor Lezcano.

El Cro. Jacinto Suárez recordó que, a mediados de 1967, la dictadura ante el pueblo tenía una imagen de imbatible y de repente se dio un combate en el que el sargento somocista Lacayo cayó.

Otros recuerdos del diputado Suárez sobre Casimiro en sus acciones contra la dictadura: “En una ocasión, un grupo de compañeros nos dirigimos hacia el auditorio […] Casimiro entró, se sentó y cuando terminó de hablar Somoza, le dijo: “Mire, presidente Somoza, antes de que termine de hablar y antes de que siga haciéndole ese tipo de ofertas al pueblo de Nicaragua, haga una cosa que va a hacer felices a todos los nicaragüenses, entréguele los restos del general Sandino.

Después, en el Estadio Nacional, en otro acto público, jóvenes se lanzaron al campo y con una manta que llevaba la frase “No más Somoza” expresaron su descontento contra el sistema. En esa ocasión el tirano no asistió, pero sí el vicepresidente y otros funcionarios somocistas. Los estudiantes fueron reprimidos, pero Casimiro, Jacinto y otro grupo lograron escapar”.

Pero cuando eso sucedía, Casimiro observó que del grupo de jóvenes que eran reprimidos, la mayoría eran mujeres y por tanto, se regresó a ayudarles.

“Hay una foto que le dio la vuelta al mundo, en que él está con su cuerpo cubriendo para que lo golpeen a él y no a las compañeras”, reseñó Jacinto, al contar las anécdotas vividas con Casimiro y que definen su carácter humanista y revolucionario.

En el relato del Cro. Suárez, Casimiro era un buen agitador social y no dejaba escapar oportunidad para denunciar la dictadura, levantar banderas sociales, por tanto era un símbolo de la juventud rebelde que no se subordinaba a la dictadura, a pesar que la familia estaba fuertemente vinculada al régimen somocista.

Ese hecho a criterio del Cro. Jacinto, hizo que Somoza y la Guardia Somocista le pusieran un particular odio a Casimiro Sotelo, que era primo-hermano de Orlando Medrano Montenegro, que en los años 60’s fue el presidente del congreso somocista. La hermana de Casimiro fue casada con un alto mando militar.

“Casimiro era alguien que venía de las entrañas del sistema, con esa audacia y esa disposición y después pasa a la lucha guerrillera y cae preso en un momento como ese, la saña contra él tiene ese particular mensaje, 18 perforaciones de bala tenía Gonzalo Lacayo, 18 perforaciones de bala con tiro de gracia tenía el cadáver de Casimiro Sotelo”, recuerda Suárez.

Edmundo Pérez

Luchó contra la dictadura, fue un destacado militante que esta tierra pinolera vio nacer el 27 de julio de 1945. Se integró al Frente Sandinista de Liberación Nacional el 19 de octubre de 1966, también tuvo participación dentro del Frente Patriótico Nacional. Participó en distintas actividades revolucionarias orientadas por el FSLN.

Roberto Amaya y Hugo Medina

De Roberto Amaya, valioso compañero revolucionario, sólo contamos con algunos datos biográficos: nació en Managua el 20 de marzo de 1944, hijo de Benito Amaya y Mercedes Ruiz.

Fue un destacado miembro del Frente Sandinista, así como el compañero Hugo Medina, que nació en 1944.

Casimiro, Edmundo, Roberto y Hugo fueron detectados el 4 de noviembre de 1967 por la Guardia Nacional, cuando estaban en una casa de seguridad en el barrio Monseñor Lezcano de la capital, fueron capturados, posteriormente torturados hasta que fueron asesinados por la genocida guardia somocista.

Hoy a 56 años de su paso a la inmortalidad, recordamos a estos héroes sandinistas que dejaron un importante legado dentro del movimiento estudiantil y la lucha revolucionaria. Rendimos homenaje a su memoria, comprometidos desde esta trinchera revolucionaria, a seguir construyendo y defendiendo nuestra Independencia y Soberanía Nacional del pueblo nicaragüense y de la Revolución Popular Sandinista.

¡Vivan Casimiro Sotelo, Edmundo Pérez, Roberto Amaya, Hugo Medina!

¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!

Cerramos esta nota con fragmentos del poema Tres veces Casimiro del Comandante Ricardo Morales Avilés

Casimiro Sotelo,

amigo, camarada,

alma rojinegra

caminar de estrella

Nos prometimos plantar un mundo nuevo

a partir de nuestros sueños

y tú marchaste primero al duelo necesario.

De hermano a hermano, recuerdo,

nos dimos la mano convencido…

Es duro, pero cierto.

Cómo decirlo.

Casimiro, amigo, camarada,

paisano hermano,

te hiciste polvo,

y andas en el aire…

Ricardo Morales Avilés

Cárcel de La Aviación, 1970.


Equipo de trabajo

Textos: Jeraldine Baquedano y Cecilia Costa

Diseño de portada: Jason Núñez

Fuentes consultadas

-Diario Barricada

-El 19 Digital