Biografías

Recordando a Roberto González Herrera

Escrito por : Daphne Cabezas 20 de abril de 2025

“El gran desafío que ha tenido la humanidad siempre ha sido la paz (…) y aquí tenemos una juventud, y en Nicaragua tenemos un pueblo que está comprometido con la paz, la educación para la paz, la educación para la justicia, la educación para la libertad”.
Cmdte. Daniel Ortega, Copresidente de Nicaragua

Hoy hace 26 años pasó a otro plano de vida Roberto González Herrera también conocido como “El Chino”. Desde temprana edad demostró ser un joven con gran sentido de justicia y humanismo.

Nació un 28 de diciembre de 1974 en Jinotega. Tras la pérdida de su madre, fue acogido por doña Mable L. Chamorro, quien continuó su crianza con esmero y compromiso. Es recordado con gran respeto y admiración por los jóvenes nicaragüenses, ya que fue un mártir del movimiento estudiantil. A pesar de su corta vida, pero significativa, dejó una huella imborrable en la historia de la educación pública del país.

En 1997, Roberto ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) para estudiar Derecho, motivado por su deseo de convertirse en abogado y defender los derechos de los de los nicaragüenses más vulnerables. Su paso por la universidad se vio marcado por la lucha del 6% constitucional, un derecho del pueblo el cual estaba siendo arrebatado por el gobierno neoliberal de Violeta Barrios de Chamorro. Una época en la que el estudiantado salió a las calles a defender su derecho de una educación gratuita y de calidad en la educación superior.

No es una sorpresa para el pueblo nicaragüense que durante los gobiernos neoliberales hubieron procesos de privatización de la educación en todos los niveles, donde los títeres del imperio utilizaron como excusa la Autonomía Escolar para que las familias nicaragüenses asumieran gastos que en realidad debía asumir el Gobierno, ocasionando que se detuvieran las inversiones en infraestructura escolar, materiales educativos, etc.

Roberto fue uno de esos jóvenes que se unieron a las protestas pacíficas, convencido de que la educación gratuita y de calidad es un derecho fundamental. Sin embargo, el 20 de abril de 1999, durante una manifestación frente al Banco Central de Nicaragua, fue impactado mortalmente por una bala de goma disparada por agentes antidisturbios. Su muerte fue algo que indignó a la comunidad universitaria y al pueblo entero, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y de ejemplo para las generaciones venideras.

Año con año, recordamos a ese heroico joven, quien ofrendó su vida para que hoy la juventud pueda gozar los privilegios de una educación gratuita y de calidad. Roberto está presente en cada victoria educativa a nivel nacional, en cada pabellón de las universidades, en cada auditorio nuevo construido, en cada aula de clase, en cada universidad en el campo, en cada alumno y docente.

“Hay que seguir estudiando, seguir trabajando, seguir haciendo deporte, seguir desarrollando los emprendimientos, seguir llenos como bien lo decía Darío seguir plenos de esperanza, llenos de esperanza y alegrarnos con la batalla que estamos librando que es una batalla por el pueblo, una batalla por todos los nicaragüenses”.
Cmdte. Daniel Ortega, Copresidente de Nicaragua

Gracias a nuestro Buen Gobierno encabezado por nuestros Copresidentes, Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo, la juventud nicaragüense puede gozar de una educación gratuita y de calidad en todos los niveles, desde primaria hasta una educación técnica. El GRUN es un modelo de gobierno que vela por los derechos de su pueblo, que trabaja para darle buenas condiciones a los nicaragüenses y formar a los futuros profesionales de la patria. Hoy el hijo del obrero y el campesino son el reflejo del sueño cumplido de Roberto González Herrera, educación gratuita y de calidad en todos los niveles.

Roberto González Herrera no solo representa el sacrificio de un joven por el derecho a la educación de un pueblo entero, sino también la dignidad de toda una generación que no estuvo dispuesta a dar un paso atrás en la defensa de la educación como derecho innegable del pueblo. Su legado vive en cada estudiante en las nuevas aulas de clases, en los nuevos auditorios, y en los diferentes espacios en los que es protagonista.