Con las manos en el barro y el alma arraigada a sus raíces, Juan José Espinoza Gallegos, joven artesano de San Juan de Oriente, Masaya, ha convertido su herencia ancestral en arte que trasciende fronteras. Desde el Taller de Cerámica Urraca, propiedad familiar que acumula 27 años de experiencia, Espinoza mantiene viva la tradición precolombina con piezas únicas inspiradas en figuras sagradas como el dios del viento, el Hombre Jaguar, el dios del sol y la serpiente emplumada.
Cada pieza es más que una obra decorativa; es un fragmento de historia nicaragüense moldeado con técnicas heredadas de generación en generación. “Este oficio lo heredé de mi papá, quien a su vez lo aprendió de mis abuelos. Aprendí las formas básicas de la cerámica y con el tiempo le he añadido mi propio estilo, sin perder la esencia del arte prehispánico”, comenta orgulloso Espinoza, quien también reconoce el acompañamiento constante del Buen Gobierno en la promoción del arte y la cultura del pueblo.
El Taller Urraca ha participado en múltiples ferias y espacios culturales gracias al respaldo de instituciones como el Instituto Nicaragüense de Cultura y el Instituto de Turismo, que han brindado capacitaciones y proyección nacional e internacional a los artesanos. «El apoyo ha sido fundamental para que nuestro trabajo sea conocido y valorado más allá de nuestras fronteras», expresa el joven ceramista.
Desde la Ciudad Creativa de San Juan de Oriente, el talento de Juan José y su familia no solo embellece hogares y espacios con piezas decorativas, utilitarias o de colección, sino que también representa la identidad cultural de un pueblo que ha sabido conservar, con orgullo, el legado de sus ancestros.
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