“[…] Y de ahí salieron barcos y aviones a la hora de la invasión, que fue derrotada y ahí estaba Fidel al frente y un nicaragüense Carlos Ulloa, piloto, que se le había revelado a Somoza y estaba en Cuba, él combatió a los mercenarios y en el combate contra los mercenarios le derribaron el avión y ahí Carlos Ulloa, corrió su sangre con la sangre del pueblo cubano en defensa de la independencia, de la soberanía de la República de Cuba”.
Comandante Daniel Ortega,
Copresidente de Nicaragua, 30 de abril de 2024
Infancia y Formación
Carlos Segundo Ulloa Aráuz nació el 16 de mayo de 1929 en Masaya, Nicaragua, en el seno de una humilde familia conformada por Gregorio Ulloa y Aurora Arauz. Desde muy joven, mostró un gran interés por la aviación, influenciado por su hermano Francisco, coleccionando revistas y folletos sobre el tema.
Realizó sus estudios primarios y secundarios en los colegios San Fernando y Ramírez Goyena, donde culminó su bachillerato. A los 18 años, tras finalizar su educación media, ingresó a la Escuela de Cadetes de la Fuerza Aérea de Nicaragua, ya que no existían otras vías para estudiar aviación en el país.
Durante su formación militar, destacó por su disciplina y habilidades, aunque también enfrentó dificultades debido a su rechazo a las prácticas represivas del régimen de Anastasio Somoza García. Pese a las adversidades, logró graduarse como oficial de infantería y más tarde, el 14 de julio de 1951, como piloto de la Fuerza Aérea Nicaragüense (FAN).
Deporte y Familia
Además de su carrera militar, Carlos Ulloa fue un apasionado del baloncesto, destacándose en las ligas internas de Managua. Fue en este ámbito donde conoció a Fanny Manfut Borge, integrante de la Selección Nacional Femenina de Nicaragua, con quien contrajo matrimonio en 1952. Juntos formaron una familia y procrearon seis hijos: Fanny, Carlos, María Elena, Edgard, Armando y Javier Ulloa Manfut, quien nació seis meses después de la muerte de su padre. También tuvo otro hijo, Carlos Ulloa López.
Rebelión en la FAN
En 1957, el Subteniente Carlos Ulloa y un grupo de jóvenes oficiales de la Fuerza Aérea Nicaragüense (FAN) protagonizaron una audaz conspiración contra la dictadura somocista. Este movimiento, conocido como La Rebelión en la FAN, fue un acto de resistencia de militares patriotas que se negaron a ser cómplices de la tiranía.
Entre los rebeldes destacaban el Teniente Alí Salomón, piloto militar distinguido y miembro de la selección nacional de básquetbol, y el Subteniente Carlos Ulloa, ambos seleccionados por su excelencia para recibir becas de aviación en Inglaterra. Sin embargo, su compromiso con la justicia los llevó a desafiar al régimen, arriesgando sus carreras y sus vidas por la liberación de Nicaragua.
El complot fue delatado por el Teniente César Napoleón Suazo, quien informó a la Oficina de Seguridad Nacional sobre los planes de los rebeldes. El 3 de noviembre de 1957, Ulloa y sus compañeros fueron capturados, sometidos a un Consejo de Guerra y sentenciados: los civiles fueron confinados, mientras que los militares fueron dados de baja y condenados a prisión, confinados al Campo Marte, en la cárcel de aviación, allí fueron torturados.
Aunque la rebelión fue sofocada, el gesto de estos jóvenes oficiales quedó grabado en la memoria histórica de la lucha del pueblo nicaragüense como un acto que se circunscribe en la continuidad del legado de Rigoberto López Pérez quien cambió el ciclo de la lucha, iniciando el principio del fin de la dictadura.
En diciembre de 1957 se celebró el Consejo de Guerra siendo Ulloa condenado a cinco años de prisión. Salió de la cárcel el 2 de noviembre de 1958 producto de una amnistía política, aconsejado por su hermano Leopoldo decidió salir del país pues su vida corría inminente peligro.
Marchó a Costa Rica donde se integró al movimiento Olama y Mollejones, creado recientemente con el objetivo de luchar contra el somocismo.
Su participación en Olama y Mollejones
Carlos Ulloa se integró al movimiento armado «Olama y Mollejones» desde Costa Rica, operando desde Punta Llorona donde coordinaba el traslado aéreo de armas hacia Nicaragua. Durante una misión cerca de Puerto Limón sufrió un grave accidente de aviación que lo dejó ciego, pero tras recuperarse clandestinamente, regresó a la lucha.
En la Fuerza Aérea Revolucionaria Cubana
Tras el fracaso de la expedición de Olama y Mollejones en agosto de 1959, Carlos Ulloa viajó a Cuba con su familia, buscando refugio y apoyo para continuar la lucha contra la dictadura somocista. Recién llegado, estableció contacto con los comandantes Camilo Cienfuegos y Juan Almeida Bosque, jefe de la Fuerza Aérea Rebelde, quien lo asignó a la Base Aérea de San Antonio de los Baños como instructor de vuelo para pilotos de aviones de combate Sea Fury.
Su esposa, Fanny Manfut, y sus cinco hijos se trasladaron a Cuba, estableciéndose en San Antonio de los Baños, cerca de donde Ulloa prestaba servicio con el grado de Primer Teniente de la Fuerza Aérea Revolucionaria.
Integrado al escuadrón de persecución y combate, Ulloa participó activamente en las operaciones defensivas del gobierno revolucionario durante las primeras agresiones imperialistas. A bordo de los Sea Fury, realizó misiones clave contra aviones norteamericanos que abastecían de armas y provisiones a las bandas contrarrevolucionarias que operaban en El Escambray.
Su heroísmo a toda prueba durante la Invasión a Playa Girón
El 17 de abril de 1961, durante la invasión mercenaria a Playa Girón, el teniente Carlos Ulloa despegó valientemente en su Sea Fury 543 para defender la soberanía cubana. Según el protocolo de combate, su avión debía ser protegido por un T-33 piloteado por Willy Figueroa, quien inexplicablemente abandonó la misión alegando falta de combustible y municiones – afirmación que luego se demostró falsa, pues su nave tenía carga completa. Figueroa sería arrestado por deserción y posteriormente huiría a Estados Unidos.
Quedando completamente solo frente al enemigo, Ulloa no dudó en continuar el combate. Con extraordinaria pericia, enfrentó a las fuerzas invasoras hasta que, mientras atacaba un avión Curtis C-46, fue alcanzado por la artillería antiaérea del buque mercenario Blagar que custodiaba al transporte Houston. Su avión se precipitó al mar alrededor de las 9:00 am, convirtiéndose en mártir de Nuestra América, admirado, querido y respetado internacionalista nicaragüense.
El Comandante Raúl Castro, en el primer aniversario de los sucesos de Playa Girón, en su discurso para conmemorar la fecha, expresó, refiriéndose al Teniente Ulloa:
“…Luego conocimos la muerte de compañeros como Carlos Ulloa; era un nicaragüense que cayó defendiendo la Revolución Cubana, porque sabía que era la Revolución de la América Latina la que estaba defendiendo. Mientras en Nicaragua Somoza y el imperialismo preparaban y mandaban barcos invasores desde Puerto Cabezas, aquí en Cuba, como para lavar la afrenta que esos traidores echaban sobre su país, Carlos Ulloa entregaba su sangre generosa…”. (Periódico Hoy, La Habana, 18 de abril de 1962).
Fuente:
Ejercito de Nicaragua (sf) Biografía del Primer Teniente (Piloto Aviador) Carlos Segundo Ulloa Aráuz: https://www.ejercito.mil.ni/contenido/nacional/heroes/biografia-carlos-ulloa.html
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