Desde la Costa Caribe Norte, con una sonrisa que contagia y una fuerza que nace del corazón, Nicole Hodgson, quien hoy lleva con orgullo la corona de Reina de Nicaragua 2024, dio detalles cómo pasó de trabajar en una panadería y echar tortillas junto a su mamá, a representar a toda una nación dentro y fuera del país.

¿Cómo ha sido tu experiencia en Reinas Nicaragua?
Ha sido un honor estar en esta plataforma. Reinas Nicaragua no es solo un certamen de belleza, es una experiencia que transforma. Aquí he crecido, me he hecho más fuerte, he aprendido que los sueños se cumplen si uno cree en sí misma y no se rinde. Esta ha sido una oportunidad que siempre llevaré en mi corazón.
Ser reina no es solo verse bonita en pasarela, es también tener una voz para compartir un mensaje positivo con toda la sociedad. Muchas jóvenes hoy en día abandonan sus sueños por miedo a las críticas. A mí me enseñaron que el límite solo está en tu mente. Si te parás frente al espejo y te lo creés, podés con eso y mucho más.
¿Qué representa para vos llevar esta corona como costeña?
Significa muchísimo. Vengo a decirles que no hay que tener pena de nuestras raíces. Ser de la Costa es un orgullo, es fuerza, es identidad. El Palo de Mayo, por ejemplo, no solo es de la Costa Norte o Sur, es de toda Nicaragua. Cuando me pongo el traje tradicional, siento el poder de mis raíces. Me da orgullo decir que soy caribeña.
Ese mismo traje lo llevé a España y fue un impacto. La gente preguntaba por los colores, por el diseño, por el significado. Me sentí feliz de compartir parte de nuestra cultura con el mundo. Me ha identificado en videos, pasarelas, y cada vez que lo uso, me recuerda de dónde vengo y quién soy.

¿Cómo fue el momento en el que ganaste el certamen?
Cuando dijeron mi nombre, solo pensé en mi mamá. Ella es mi fuerza, mi luz, la que nunca se rindió. Vendieron rifas, movieron a todo el pueblo para conseguir buses y que pudieran acompañarme en mi coronación. Por eso, en cuanto me pusieron la corona, me la quité y se la puse a ella. No fue algo planeado, simplemente me salió del corazón.
¿Cómo recordás tu vida antes del certamen?
Yo era una niña que soñaba con los certámenes de belleza. Trabajé en una panadería, en una pastelería, echaba tortillas con mi mamá, y nunca imaginé que llegaría a representar a Nicaragua. Si algo me caracteriza y no pienso cambiar es mi humildad. Vengo de abajo, y eso me ha dado la fuerza para crecer. El certamen me impulsó, me ayudó a descubrir talentos y hoy soy parte del programa Viva la Vida como presentadora.
¿Qué mensaje le darías a las niñas y jóvenes de Nicaragua?
Que no tengan miedo. Que no se detengan por los comentarios negativos. La sociedad a veces te juzga, pero no tenés que dejar que eso te defina. Si vos querés algo, trabajalo, luchalo, y vas a lograrlo. No importa de dónde vengás ni cuál sea tu situación económica. Lo que importa es lo que llevás en el corazón.
Reinas Nicaragua es más que un certamen. Es una familia. No importa si sos la más alta, la más bajita, si tenés el mejor cuerpo o no. Aquí se busca una mujer real, que ame su país, que promueva su cultura, que conecte con su gente. Una mujer que no se rinde, que mira al futuro con esperanza y con valentía.
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La historia de Nicole Hodgson no solo es la de una reina. Es la historia de una joven valiente, de una mujer perseverante que hoy representa a miles de nicaragüenses que luchan por sus sueños con amor, orgullo y determinación.


