«Aldo es un Militante, un Combatiente Sandinista, un Combatiente que tiene la capacidad de combinar la Cultura, la batalla de las ideas para fortalecer la Lucha del Pueblo nicaragüense. Y él es un extraordinario Historiador.”
Comandante Daniel Ortega, Copresidente de Nicaragua
18 de mayo de 2022
Aldo Díaz-Lacayo es conocido por ser el Historiador de la Patria, el Caballero de la Historia Nicaragüense, y sí fue y sigue siendo todo eso, pero también fue un joven amante a la Historia, a la cultura, a la identidad de un pueblo entero con una gran historia y trayectoria de fondo, un joven que dedicó su vida entera a estudiar, indagar, entender y distinguir lo cultural, social, político y militar que fortalece nuestro esquema identitario y de dignidad, en las diferentes etapas de nuestra Historia, es decir, desde los pueblos originarios hasta los tiempos actuales.
Nació en Managua el 18 de octubre de 1936, estudió en el Instituto Pedagógico del Barrio San Sebastián donde cada año se destacó como el mejor alumno. También fue el comandante de su banda de guerra. Díaz-Lacayo descubrió su vocación histórica a través de la actividad política, utilizándola como un medio para preservar la identidad nacional y dignificar su temprana condición de exiliado. Participó activamente en movimientos revolucionarios en la década de los cincuenta, se involucró directamente en la lucha contra la dictadura de Somoza, ejemplo de ello la gesta de El Chaparral (1959) y otras acciones. Por su compromiso militante fue capturado, torturado y exiliado.
Tras el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, jugó un papel importante dentro de la diplomacia nicaragüense, siendo encargado de negocios en El Salvador; Embajador en México, Embajador en Venezuela, Embajador Itinerante para Latinoamérica; nombrado Embajador en Chile y en Las Naciones Unidas. Miembro negociador de los acuerdos de Paz en los países centroamericanos en Contadora y Esquipulas. Miembro diligente de delegaciones encabezadas por el Comandante Daniel en la primera etapa de la Revolución Popular Sandinista.
Asimismo, recibió el Doctorado Honoris Causa en Humanidades por la UNAN Managua; mereció́ la Medalla de Honor en Oro por la Asamblea Nacional de Nicaragua; Orden Francisco Morazán con el Grado de Gran Oficial por el Parlamento Centroamericano; Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío por el Gobierno de Nicaragua; Orden 150 aniversario de la Alcaldía de Managua; Orden Pedro Joaquín Chamorro con el Grado de Gran Oficial de la Asamblea Nacional; Orden Francisco de Miranda otorgada por el Gobierno de Venezuela; Orden Águila Azteca del Gobierno de México y la Orden Augusto Sandino Batalla de San Jacinto. Cada distinción, la dedicó y ofrendó al Pueblo de Nicaragua.
La última orden que recibió, el 18 de mayo de 2022, fue la más significativa para él, la recibió́ de parte de la Jefatura Suprema del FSLN, el Comandante Daniel: “En nombre del pueblo nicaragüense, del Pueblo presidente, querido hermano Aldo Díaz Lacayo, estoy prendiendo en tu pecho la orden Augusto Sandino Batalla de San Jacinto, que es la máxima orden, la ponemos en tu pecho, en tu pecho, Aldo, en tu pecho hermano”.
En sus diferentes obras, Díaz Lacayo ha reconocido la riqueza de las culturas indígenas, mestizas y afrodescendientes de Nicaragua, por ende, impulsó diferentes proyectos con el objetivo de fortalecer la identidad nacional nicaragüense y promover una visión de Nicaragua como lo que es, un país multicultural.
Como joven nicaragüense, estudiante, revolucionaria y en constante construcción, puedo decir que Aldo Díaz-Lacayo ha sido un pilar fundamental en mi trayectoria académica y personal. Entre sus principales obras que han marcado mi visión y el conocer más a profundidad mis raíces, su libro “Sincerar la Historia”.
Un libro que sin duda te expande la visión sobre la historia que siempre nos han vendido sobre la independencia de los pueblos centroamericanos, es una obra que me hizo entender la Historia desde una perspectiva estructural y no solo coyuntural, es decir, me permitió hacer un análisis de la Historia considerando las dinámicas del poder y las luchas sociales que han moldeado nuestra identidad nacional.
Aldo-Díaz hace mucho énfasis en la descolonización del pensamiento y la historia para comprender mejor las raíces de las luchas actuales contra modelos de dominación extranjeras. Es una obra muy importante para todo nicaragüense que busca comprender de manera más crítica y profunda la Historia centroamericana y nicaragüenses, conocer los procesos de construcción identitaria desde una perspectiva descolonizadora.
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