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Somoza huyó y Nicaragua despertó con alegría

Escrito por : Ivania Gutiérrez 17 de julio de 2025

“Un día como hoy cuando celebramos la partida del último marine, las campanas al vuelo, en León aquella madrugada hermosa, aquel amanecer hermoso de libertad, de liberación, cuando celebramos las glorias y victorias del pueblo nicaragüense que es leal, consecuente, el pueblo nicaragüense que no está hecho de traiciones ni de miserias humanas, el pueblo nicaragüense que está hecho de honra, de honor, de nobleza, de valentía, de coraje, hoy nos celebramos en victorias de la concordia, de las familias, de los valores, de la solidaridad, del cristianismo, del socialismo, la complementariedad”.

Compañera Rosario Murillo, 17 de julio 2023.

Cada 17 de julio, el pueblo nicaragüense revive una de las fechas más significativas de su historia: el día en el cual el dictador Anastasio Somoza Debayle, último heredero de una dinastía sangrienta, huyó del país y dejó atrás décadas de represión, dolor y despojo. Aquel amanecer marcó el inicio de una nueva etapa, el momento en que la alegría se alzó como bandera, porque la libertad comenzaba a abrirse camino entre el pueblo.

La historia que nos condujo hasta ese día está marcada por gestas heroicas y generaciones que se negaron a rendirse. Desde el General Benjamín Zeledón y el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, hasta los jóvenes guerrilleros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), la lucha por la soberanía nacional fue constante, profunda y valiente. El asesinato de Sandino en 1934, ordenado por Somoza García, dio inicio a una dictadura familiar que por más de 45 años sumió a Nicaragua en la oscuridad.

Pero la memoria de Sandino no murió. Se transformó en convicción, en organización, en lucha. En 1961 nació el FSLN, retomando el legado antiimperialista y adaptándolo a la realidad de un pueblo que ya no quería seguir esperando. Desde las montañas del norte del país hasta las ciudades insurrectas, se tejió una red de lucha y Resistencia, que fue creciendo en fuerza y conciencia.

La ofensiva final de 1979 fue el resultado de esa acumulación histórica. Las columnas guerrilleras avanzaban por todo el país, liberando territorios, enfrentando a la Guardia Nacional y desmantelando el aparato represivo. La presión internacional, especialmente tras el asesinato del periodista Pedro Joaquín Chamorro y del estadounidense Bill Stewart, terminó de aislar al régimen somocista. Estados Unidos intentó negociar una salida que mantuviera un somocismo sin Somoza, pero el pueblo ya había decidido: no quedaría vestigio de la dictadura.

Y así, en la madrugada del 17 de julio, Somoza huyó. Su derrota fue inevitable. Su partida, una victoria. Las calles se llenaron de júbilo, de abrazos, de cantos. La noticia recorrió el país como un relámpago de esperanza. Dos días después, el 19 de julio, las columnas del FSLN entraron a Managua. La Revolución Popular Sandinista había triunfado.

Hoy, al conmemorar el Día de la Alegría, no solo celebramos la huida del tirano: celebramos la dignidad de un pueblo que nunca se rindió. Honramos a los héroes y mártires que nos enseñaron que la libertad se conquista con coraje, con entrega y con amor a la Patria. Y reafirmamos nuestro compromiso con la soberanía nacional, con la justicia y con la memoria viva que nos guía.

Porque el 17 de julio no es solo una fecha en el calendario. Es un grito de victoria. Es el día en que Nicaragua rompió las cadenas del miedo y despertó con alegría, sabiendo que el futuro volvía a pertenecer al pueblo.


Fuentes:

– 17 de julio: Día de la Alegría (2022): https://diariobarricada.com/2022/07/17/17-de-julio-dia-de-la-alegria/

– 17 de julio de 1979: Día de la Alegría (2023): https://diariobarricada.com/2023/07/17/17-de-julio-de-1979-dia-de-la-alegria/