El sociólogo y diputado de la Asamblea Nacional, Freddy Franco, conversó recientemente sobre uno de los capítulos más decisivos de la historia nicaragüense: la insurrección popular de octubre de 1977, conocida como Octubre Victorioso.
Para Franco, este momento marcó un antes y un después en la lucha del pueblo nicaragüense. “Octubre Victorioso, que inicia en el mes de octubre de 1977, abrió un mayor protagonismo del pueblo en la lucha por su liberación”, explicó, señalando que fue el punto de partida de la ofensiva ininterrumpida que culminó 21 meses después con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
El despertar del pueblo y la ofensiva insurreccional
Franco recordó que antes de 1977 ya existían acciones heroicas del Frente Sandinista de Liberación Nacional, como la toma de la casa de Chema Castillo en 1974, la cual, según dijo, “desenmascaró la represión y la corrupción del somocismo, y permitió liberar a destacados dirigentes del Frente, entre ellos al Comandante Daniel Ortega y al Comandante José Benito Escobar”.
Aquella acción, indicó, fue decisiva para que el pueblo viera en el Frente Sandinista la posibilidad real de alcanzar la libertad. “Los muchachos del Frente golpearon fuerte a Somoza, y eso encendió la esperanza en el corazón del pueblo nicaragüense”, recordó.
Sin embargo, el régimen somocista respondió con más represión, lo que llevó al Frente a cambiar su estrategia. “El Comandante Carlos Fonseca y luego el Comandante Daniel Ortega plantearon que había que pasar de la guerra prolongada en la montaña a una estrategia insurreccional en la ciudad, con la participación directa del pueblo”, explicó Franco.
Esa nueva visión —añadió— dio paso a las acciones de octubre de 1977 en San Fabián de Ocotal, San Carlos (Río San Juan) y Masaya, bajo el liderazgo del Comandante Daniel Ortega y otros dirigentes como Víctor Tirado, Germán Pomares y Edén Pastora. “Desde esos frentes se inició una ofensiva que fue ininterrumpida y que terminó con el triunfo del pueblo”, afirmó.
La unidad y el protagonismo popular
El diputado subrayó que el pueblo fue protagonista de la victoria, y que las distintas tendencias del Frente se unieron finalmente en torno a la estrategia insurreccional. “Esa unidad permitió que el pueblo tomara confianza, se organizara y pasara a la ofensiva”, sostuvo.
Recordó momentos claves como la toma del Palacio Nacional en 1978, la insurrección de Monimbó y las acciones en Estelí, León, Managua y otras ciudades, que consolidaron el camino hacia el triunfo revolucionario. “El Frente Sandinista se convirtió en la vanguardia de todos los sectores del pueblo, porque demostró que con la conducción correcta y el protagonismo del pueblo se podía vencer a la dictadura”, enfatizó.
De la insurrección a la Revolución
Para Freddy Franco, la victoria de 1979 fue el resultado de una larga historia de resistencia, inspiración y conciencia colectiva. “Logramos liberarnos de la dictadura somocista, construir un nuevo Estado, garantizar los derechos del pueblo y emprender grandes transformaciones como la Cruzada Nacional de Alfabetización”, recordó.
El sociólogo también destacó la influencia de otras experiencias revolucionarias, como la cubana y la vietnamita, en el pensamiento del Frente Sandinista. “El Comandante Carlos siempre promovió estudiar esas experiencias, pero adaptarlas a nuestra realidad. La revolución nicaragüense fue única, porque involucró a todo el pueblo”, subrayó.
Los desafíos de la Nicaragua actual
Consultado sobre el significado de octubre en la Nicaragua del 2025, Franco afirmó que el legado de aquella gesta sigue vivo. “Hoy el poder lo tiene el pueblo. Tenemos un modelo político único, encabezado por nuestros copresidentes, que garantiza la participación y la equidad en la toma de decisiones”, dijo.
Añadió que los grandes retos actuales son defender la paz, eliminar la pobreza y consolidar la soberanía nacional. “Si tenemos paz, tenemos la garantía de seguir progresando. La prioridad de la revolución hoy es reducir y eliminar la pobreza, y fortalecer todas nuestras soberanías: alimentaria, energética, cultural y territorial”, expresó.
La juventud, heredera del legado revolucionario
En su mensaje final, Franco resaltó el papel de la juventud como heredera natural de las luchas históricas. “La juventud ha sido protagonista en cada etapa de nuestra historia. Los guerrilleros de octubre del 77 eran jóvenes, los alfabetizadores de los 80 eran jóvenes, y hoy la juventud sigue protagonizando las victorias del pueblo”, afirmó.
Con voz firme, el diputado concluyó: “Las nuevas generaciones deben asumir con orgullo la estafeta de la revolución, continuar construyendo esa Nicaragua digna, solidaria y soberana por la que lucharon nuestros héroes y mártires”.
Así, Octubre Victorioso no solo evoca el pasado glorioso de un pueblo que decidió alzarse contra la opresión, sino que reafirma la vigencia del espíritu revolucionario en la Nicaragua del presente: una nación que avanza, guiada por la fuerza, la unidad y la esperanza de su pueblo.
