Al finalizar el acto en conmemoración del 13º aniversario del paso a la inmortalidad del Comandante Tomás Borge y la celebración del Día Internacional de los Trabajadores, la Copresidenta de Nicaragua, Compañera Rosario Murillo, se dirigió al pueblo nicaragüense con un mensaje especial.
En un emotivo mensaje la compañera destacó la importancia de la fe, la unidad y el trabajo conjunto como pilares fundamentales para el desarrollo del país. Con un llamado a la esperanza y la certeza de prosperar, subrayó el compromiso de avanzar hacia un futuro de paz y bienestar para todas las familias nicaragüenses.
«Dios tranquilos, gracias a Dios seguros, gracias a Dios trabajando y gracias a Dios con la esperanza y la certeza de prosperar».
El discurso resaltó la fuerza y las virtudes del pueblo, calificándolo como una inspiración para el mundo. Se enfatizó que, con amor invicto y fortaleza creciente, Nicaragua está forjando una nueva historia, basada en valores y cualidades que reflejan la voluntad de Dios y el esfuerzo colectivo.
«Así es como vamos adelante, vamos hacía el 46/19, y siempre decimos, siempre más allá, con amor invicto con fuerzas creciente, con fortaleza, un pueblo de virtudes de calidad y cualidades que de verdad inspira al mundo y nos inspira a todos, porque entre todos forjamos las llamas sagrada de esta nueva historia, las forjamos y las sostenemos.»
Asimismo, se reconoció la necesidad de trabajar unidos para superar las adversidades heredadas del pasado, como la pobreza y las desigualdades, y se reafirmó que el país camina hacia adelante, sin retroceder. En este contexto, se destacó que Nicaragua es un pueblo que custodia y resguarda la paz, avanzando con firmeza hacia un futuro más justo y próspero.
«Todos los días reconocemos y admiramos la fuerza de nuestro pueblo, y todos los días agradecemos al padre celestial que nos da esa fuerza, aquí se cumple la voluntad de Dios, aquí somos su pueblo, en el Dios de todos los triunfos encontramos la fuerza magnifica para caminar, para avanzar, custodiando y resguardando la paz y saliendo de esa pobreza que nos dejaron, el reto es trabajar juntos, todos juntos para dejar atrás la pobreza que nos dejó el egoísmo, la codicia, las ocupaciones los servilismos, los lacayismos,la verdad, la verdad es que Nicaragua, camina, camina hacia adelante y Nicaragua reconociendo nuestros valores sabe y sabemos que no hay rumbo atrás.»
El mensaje concluyó con un llamado a la unidad y la fe, recordando que en Nicaragua reina Jesús y las familias que anhelan y merecen paz y bienestar. Con un abrazo fraterno, se reafirmó el compromiso de seguir construyendo un país digno y en paz.
«Aquí no volverán, aquí ni pudieron, ni podrán, aquí reina Jesús por siempre, reinan las familias nicaragüenses que queremos que merecemos paz y bien, abrazos grandes a todos y que viva la paz.«, finalizó.
