Durante un encuentro con la compañera Brenda Flores y el compañero Cristian Arévalo, miembros del Movimiento Cultural Leonel Rugama, se abordó el papel protagónico que continúa asumiendo la juventud en la defensa, promoción y transformación de la cultura nicaragüense.
Ambos destacaron el compromiso que mantienen los jóvenes con las expresiones culturales tradicionales y contemporáneas, resaltando cómo, desde este movimiento, se crean espacios para la formación artística en distintas disciplinas, como la danza, el teatro, la música, la pintura y el arte visual.
“El Movimiento Cultural Leonel Rugama promueve el talento de nuestra juventud, impulsando la formación para salvaguardar nuestra identidad, nuestras tradiciones y nuestras raíces culturales”, señalaron.
Como parte de la Estrategia Nacional de Educación, se ha logrado avanzar en procesos de formación y certificación de jóvenes en el ámbito artístico y cultural. Ejemplo de ello es la primera Certificación Nacional de Mosaikistas, respaldada por una universidad privada, que ha fortalecido el crecimiento profesional de jóvenes artistas. Asimismo, se han desarrollado certificaciones a profesores de danza de agrupaciones folclóricas, permitiendo que los jóvenes sean reconocidos como instructores y maestros en sus comunidades, algo que antes era muy limitado.
“Desde nuestro Buen Gobierno, en conjunto con el Ministerio de la Juventud y el Tecnológico Nacional, se han abierto caminos para que el joven se reconozca como artista nacional y cuente con un respaldo institucional para crecer y aportar desde su creatividad”, expresaron.
Los jóvenes hoy también se desarrollan en géneros urbanos, en el K-pop, en la animación y otras manifestaciones contemporáneas, sin dejar de lado su conexión con la cultura tradicional. En ese sentido, el Movimiento Cultural Leonel Rugama ha acompañado estas nuevas expresiones a través de alianzas con embajadas, el Teatro Nacional Rubén Darío y otras instituciones, generando actividades como festivales y cursos enfocados en los intereses actuales de la juventud.
Uno de los logros más importantes ha sido la entrega periódica de trajes de danza urbana, cada dos meses, gracias al acompañamiento permanente de nuestros Copresidentes Comandante Daniel Ortega y nuestra Compañera Rosario Murillo. Estas entregas benefician a agrupaciones juveniles de todo el país, garantizando que ningún talento quede excluido por falta de recursos.
A través de un modelo de escucha activa, el movimiento ha identificado y atendido las necesidades culturales de todos los sectores juveniles, incluyendo iglesias cristianas, grupos artísticos emergentes y jóvenes de barrios y comunidades. Esto ha permitido el fortalecimiento de una red de más de 150 Casas de Cultura, muchas de las cuales están equipadas con instrumentos, trajes, materiales y programas de capacitación continua.
“El joven no solo participa, sino que propone, dirige y forma a otros jóvenes. Hoy, el relevo generacional en el arte y la cultura es una realidad que se vive desde cada comunidad”, afirmaron los protagonistas.
Con esta labor, se continúa consolidando un modelo cultural inclusivo, participativo y transformador que responde a los sueños, gustos y pasiones de la juventud nicaragüense.
