Un importante impulso a la ciencia y la educación superior en el país toma forma en la Universidad Nacional Agraria (UNA), donde se construye el Centro Nacional de Biotecnología Molecular Vegetal, una obra estratégica que ya registra un 70 % de avance y se perfila como un referente nacional en innovación agrícola.
La maestra Andrea Zamora, responsable del laboratorio de biología molecular, detalló que los trabajos realizados en la primera etapa incluyeron la instalación eléctrica, demolición, movimiento de tierra y la construcción de las paredes internas y externas del edificio.
“Con estos avances, damos por finalizada la primera etapa. La segunda fase contempla los acabados finales, como la colocación de mesones, cielo raso, preparación de pisos y la implementación de sistemas de bioseguridad”, explicó Zamora.
El centro albergará cuatro laboratorios principales:
– Laboratorio de Ecofisiología y Semilla
– Laboratorio de Biología Molecular
– Laboratorio de Fitopatología
– Laboratorio Agrobiológico
Además, incluirá áreas comunes como histología, serología y un espacio dedicado a la síntesis de fitohormonas.
Según Zamora, más de 700 estudiantes de distintas carreras como Agronomía, Sanidad Vegetal, Ingeniería Forestal, Producción Agrícola e incluso Medicina Veterinaria, serán beneficiados directamente con este centro, que permitirá fortalecer la formación práctica y científica.
Por su parte, el Dr. Ulises Blandón, director de Ciencias Agrícolas de la UNA, destacó que esta obra no solo beneficiará a la comunidad universitaria, sino que también pretende convertirse en un centro nacional de referencia en biotecnología agrícola.
“Pensamos a futuro en ampliar sus capacidades hacia la ciencia forense vegetal, una herramienta que incluso podría resolver conflictos legales sobre la procedencia de materiales agrícolas mediante análisis genéticos”, subrayó Blandón.
En cuanto a la inversión, la ingeniera Leydhy Casco, directora de proyectos de inversión de la UNA, precisó que esta primera etapa requirió una inversión de 15.7 millones de córdobas y abarcó una construcción de 1,200 metros cuadrados. La segunda etapa que iniciará próximamente contempla acabados, climatización, puertas y equipamiento, con una inversión adicional de 18 millones de córdobas. En total, el proyecto alcanzará una inversión global de 33.7 millones de córdobas.
La obra se prevé concluir en marzo del 2026, consolidándose como parte fundamental de la Estrategia Nacional de Educación, con impacto en los ejes de infraestructura, innovación, investigación y calidad educativa.
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