El reconocido compositor y cantautor nicaragüense Carlos Baltodano fue entrevistado recientemente en un espacio digital dedicado a destacar voces del arte comprometido con la Revolución Popular Sandinista. Durante la conversación, Baltodano compartió su trayectoria, sus fuentes de inspiración y el profundo vínculo que mantiene con el pueblo y con el proceso revolucionario a través de la música.
“Desde pequeño estuve rodeado de música y conciencia revolucionaria. Mi padre, Eber Baltodano, fue mi primera inspiración, y crecer en la colonia Molina del Siete Sur, donde ensayaba el grupo Mancotal, marcó mi camino”, relató emocionado. Desde esos primeros años, Carlos fue forjando una carrera que hoy acumula más de 25 años de lucha y creación artística comprometida.

En la entrevista, también compartió cómo se involucró en la grabación de Trabajo y Paz, uno de los himnos más emblemáticos del pueblo nicaragüense. “Me despierto un día y la canción ya estaba sonando en los parlantes de la calle. Desde entonces no he dejado de recorrer Nicaragua cantándola con mucho orgullo”, recordó.
Con humildad, reafirmó que su música no es fabricada ni impuesta: “La música que nosotros hacemos y que la nueva generación está haciendo, no es un producto prefabricado, ni un encargo, sino que sale del sentimiento popular. Hemos vivido de todo y eso se refleja en lo que cantamos”. Baltodano es autor de múltiples composiciones que forman parte de los discos revolucionarios, incluyendo el más reciente, 4619, donde también dejó su huella.
Durante el diálogo, animó a los jóvenes artistas a perseverar y confiar en su pasión: “No necesariamente tenés que llegar a lograr tus sueños a través de un conecte o un apellido. Yo no tengo ni conectes ni apellidos, hemos venido trabajando por cuenta propia”. Destacó además que el arte debe estar al servicio del pueblo, “porque no basta con tener talento, hay que tener conciencia y raíces”.
Carlos Baltodano, con su guitarra y su voz, continúa siendo una figura central del canto popular nicaragüense, demostrando que es posible hacer arte con dignidad, conciencia y amor por la patria. Su mensaje es claro: “Mientras haya pueblo, habrá canto, habrá Revolución y habrá esperanza”.
