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¡Viva México! 215 años del grito de Dolores

Escrito por : Manuel Lucero 16 de septiembre de 2025

Por: Manuel Lucero

Agitadas las aguas independentistas en todo el continente, la Nueva España, joya del imperio español no será la excepción. A eso de las seis de la mañana del 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla, tocó la campaña de la iglesia en la población de Dolores, en Guanajuato, y ante el pueblo reunido en el atrio de la parroquia en un vibrante discurso encendió el movimiento social revolucionario por la independencia de España.

Al grito de ¡Viva América! ¡Abajo el mal gobierno”, y otras arengas, se iniciaba un largo periodo de once años que culminó el 27 de septiembre de 1821, cuando el Ejército Trigarante o de las Tres Garantías, llamado así porque sus consignas de lucha era la independencia, la unión del país y la instauración de la religión católica, entró triunfante a la Ciudad de México.

El cura Hidalgo organizó un formidable ejército que tomó control de ciudades importantes y en octubre de 1810 promulgó un decreto aboliendo la esclavitud. Fue capturado por las tropas realistas en marzo de 1811, junto a otros conjurados, y sometido a juicio militar, civil y eclesiástico, siendo condenado y muerto por fusilamiento del 30 de julio de 1811.

El movimiento independista del Virreinato de la Nueva España, como era llamado México durante la colonia española, influyó en el proceso independentista del Reino de Guatemala, integrado por las provincias de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. El 15 de septiembre de 1821, la élite aristocrática de Guatemala, reunida en el Palacio Real de Guatemala, suscribió el Acta de Independencia de Centroamérica. Fue un acto burocrático apresurado, sin participación de todas las provincias, para evitar posibles levantamientos populares e indígenas urdido por el Marqués de Aycinena, el obispo Casaus, y otros “padres de la independencia”. Como parte del llamado “Plan Pacífico” de los criollos guatemaltecos en las fronteras presionaba un destacamento del Ejército Trigarante mexicano, al mando del coronel Vicente Filisola, para asegurar la anexión del Reino de Guatemala al Imperio mexicano de Agustín de Iturbide, lo que se hizo casi de inmediato, hasta que el 23 de julio de 1823 tiene lugar la segunda y verdadera independencia de Centroamérica.