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Esta gran humanidad ha dicho «¡Basta!» y ha echado a andar. Y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá

Escrito por : Manuel Lucero 11 de diciembre de 2025

El 11 de diciembre de 1964, en una fecha histórica para la lucha de los pueblos, el comandante Ernesto Che Guevara, Representante de la República de Cuba ante la XIX Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en la ciudad de Nueva York.

El Che Guevara, entonces Ministro de Industrias del Cuba, Primer Territorio Libre de América, pronunció un emotivo discurso, que más allá de la oratoria, expuso un agudo análisis de los distintos escenarios geopolíticos acosados por la agresividad imperialista de Estados Unidos y Europa Occidental.

Empezó diciendo el Che, que era “la hora postrera del colonialismo y millones de habitantes de África, Asia y América Latina se levantan al encuentro de una nueva vida e imponen su irrestricto derecho a la autodeterminación y el desarrollo independiente de sus naciones”.


Los puntos clave del discurso del comandante Guevara fueron los siguientes:
Coexistencia pacífica entre poderosos solamente, si se pretende asegurar la paz del mundo.

La coexistencia pacífica debe ejercitarse entre todos los Estados, independientemente de su tamaño, de las anteriores relaciones históricas que los ligara y de los problemas que se suscitaren entre algunos de ellos, en un momento dado.


El imperialismo trata de imponer su versión de lo que debe ser la coexistencia; 


Los conceptos sobre la coexistencia pacífica deben ser bien definidos. Como marxistas, hemos mantenido que la coexistencia pacífica entre naciones no engloba la coexistencia entre explotadores y explotados, entre opresores y oprimidos.


Nuestros ojos libres se abren hoy a nuevos horizontes y son capaces de ver lo que ayer nuestra condición de esclavos coloniales nos impedía observar; que la «civilización occidental» esconde bajo su vistosa fachada un cuadro de hienas y chacales. Porque nada más que ese nombre merece los que han ido a cumplir tan «humanitarias» tareas al Congo. Animal carnicero que se ceba en los pueblos inermes; eso es lo que hace el imperialismo con el hombre, eso es lo que distingue al «blanco» imperial.


Debemos repudiar enérgicamente el complot de las «dos Chinas». La camarilla Chiangkaishekista de Taiwan no puede permanecer en la Organización de las Naciones Unidas. Se trata, repetimos, de expulsar al usurpador e instalar al legítimo representante del pueblo chino.


Las lacras coloniales que detienen el desarrollo de los pueblos no se expresan solamente en relaciones de índole política: el llamado deterioro de los términos de intercambio no es otra cosa que el resultado del intercambio desigual entre países productores de materia prima y países industriales que dominan los mercados e imponen la aparente justicia de un intercambio igual de valores.


Como ha dicho Fidel Castro: «Mientras el concepto de soberanía exista como prerrogativa de las naciones y de los pueblos independientes; como derecho de todos los pueblos, nosotros no aceptamos la exclusión de nuestro pueblo de ese derecho. Mientras el mundo se rija por esos principios, mientras el mundo se rija por esos conceptos que tengan validez universal, porque son universalmente aceptados y consagrados por los pueblos, nosotros no aceptaremos que se nos prive de ninguno de esos derechos, nosotros no renunciaremos a ninguno de esos derechos.»


Nosotros queremos construir el socialismo; nos hemos declarado partidarios de los que luchan por la paz; nos hemos declarado dentro del grupo de países no alineados, a pesar de ser marxistas leninistas, porque los no alineados, como nosotros, luchan contra el imperialismo. Queremos paz, queremos construir una vida mejor para nuestro pueblo y, por eso, eludimos al máximo caer en las provocaciones maquinadas por los yanquis, pero conocemos la mentalidad de sus gobernantes; quieren hacernos pagar muy caro el precio de esa paz. Nosotros contestamos que ese precio no puede llegar más allá de las fronteras de la dignidad.


«Ningún pueblo de América Latina es débil, porque forma parte de una familia de doscientos millones de hermanos que padecen las mismas miserias, albergan los mismos sentimientos, tienen el mismo enemigo, sueñan todos un mismo mejor destino y cuentan con la solidaridad de todos los hombres y mujeres honrados del mundo.


La hora de su reivindicación, la hora que ella misma se ha elegido, la vienen señalando con precisión también de un extremo a otro del Continente. Ahora esta masa anónima, esta América de color, sombría, taciturna, que canta en todo el Continente con una misma tristeza y desengaño, ahora esta masa es la que empieza a entrar definitivamente en su propia historia, la empieza a escribir con su sangre, la empieza a sufrir y a morir, porque ahora los campos y las montañas de América, por las faldas de sus sierras, por sus llanuras y sus selvas, entre la soledad o el tráfico de las ciudades, en las costas de los grandes océanos y ríos, se empieza a estremecer este mundo lleno de corazones con los puños calientes de deseos de morir por lo suyo, de conquistar sus derechos casi quinientos años burlados por unos y por otros. Ahora sí la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia. 


Vigencia del pensamiento político del Comandante Ernesto Che Guevara


A 61 años el discurso del Che, reclamando cambios en las Naciones Unidas, para que trascendiera en su misión de garantizar la paz del mundo y dejara de ser un lugar de discursos; el imperialismo voraz como causa del empobrecimiento de los pueblos, lacerando su derecho a la autodeterminación. En su agudo análisis, el Che, vislumbra la decadencia del imperialismo y brazo armado la OTAN, anuncia el emerger de la Republica Popular de China y la persistencia del socialismo como alternativa para la humanidad. Es la hora de las reivindicaciones anunciadas por el Che: el colonialismo francés ha sido echado de África, se fortalecen las relaciones de cooperación entre los países que se niegan a ser sometidos por las políticas económicas imperialistas; el dólar como moneda impuesta ha perdido fuerza. La República Popular de China se ha convertido en el mayor productor de bienes del mundo; Rusia luchando contra una coalición neo fascista en Ucrania, abre el camino a la multipolaridad. América Latina resiste. Cuba, Venezuela, Nicaragua, avanzan en sus proyectos revolucionarios bajo el acoso y la agresión. Son los tiempos visualizados por el Che, la humanidad que camina y ha dicho “basta” al colonialismo y el imperialismo.

Fuente consultada:


Discurso pronunciado por Ernesto Che Guevara, representante de Cuba, el 11 de diciembre de 1964 ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (19ª sesión, 1299ª reunión).