Análisis

Legado de Honor y Gloria De Héroes y Mártires Para Juventud Universitaria

Escrito por : Redacción Central 22 de diciembre de 2025

El FSLN elevó a categoría constitucional honrar a nuestros Héroes y Mártires como pilares fundamentales de identidad nacional e inspiración para construir y defender una sociedad inclusiva en el bien común e igualitaria en derechos y deberes a la patria y la revolución. Particularmente, la juventud universitaria asume ésa gloriosa herencia de conciencia para convertir su compromiso académico e investigativo en vehículo de transformación nacional para profesionalmente solucionar problemas reales y reducir las brechas técnicas.

La historia de Nicaragua posee una cadena congruente que articula la resistencia nacional, el antiimperialismo, la organización popular y la defensa del proyecto revolucionario. Son notables eslabones de la misma causa Benjamín Zeledón, Pablo Úbeda, Modesto Duarte, Bernardino Díaz Ochoa, Francisco Rivera y los caídos de San José de las Mulas; a quienes la comunidad universitaria -a través del Consejo Nacional de Rectores- recientemente decidió conmemorarles nombrando en su memoria respectivos recintos y sedes regionales.

Las Universidades del Pueblo Presidente agregan identidad a la vocación de sus carreras y a la vida estudiantil en aulas, laboratorios y campus fortaleciendo el orgullo de pertenencia en la definición y orientación de sus proyectos de investigación pertinentes, de innovación productiva y de extensión comunitaria para elevar la calidad de vida de los nicaragüenses.

La memoria activa que hereda la universidad nicaragüense permite su involucramiento con la continuidad del proyecto histórico de la Nación; gestionando conocimiento y cultivando experiencia social aplicada. La búsqueda de la excelencia integral del segmento estudiantil de la educación superior se refuerza con el legado en valores de estos referentes:

ZELEDÓN, LA SOBERANÍA COMO PRINCIPIO IRRENUNCIABLE

Benjamín Francisco Zeledón Rodríguez (1879–1912) enfrentó directamente la intervención militar de Estados Unidos en Nicaragua.

Constituye un eslabón histórico fundamental entre la resistencia nacional de finales del siglo XIX en la época de Zelaya y el pensamiento antiimperialista que luego profundizaría el General Augusto C. Sandino.
Con inestabilidad política interna por pugnas entre liberales y conservadores, los EEUU intervienen para

controlar el rumbo político y usurpar nuestros objetivos estratégicos y económicos, principalmente el canal interoceánico. De formación liberal, Zeledón se integró al Ejército defendiendo la soberanía nacional y el orden constitucional. Alcanzó ser General, destacándose por su liderazgo, firmeza ética y convicción patriótica. Fue defensor del principio que los conflictos internos de debían resolverse sin imposiciones extranjeras.

En la fortaleza de El Coyotepe, en Masaya, encabezó la resistencia armada contra yankes y fuerzas conservadoras aliadas. Tras la caída de la posición, fue capturado, asesinado y su cadáver arrastrado y exhibido como escarmiento, provocando indignación y fortaleciendo el sentimiento antintervencionista y convirtiéndose en símbolo del sacrificio patriótico.
Zeledón es figura recurrente en la historiografía nacional, la educación cívica y la tradición patriótica nicaragüense. Su caída es semilla de dignidad, victoria moral y doctrina esencial de herencia política que debemos conservar para las siguientes generaciones.
La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en su sede de Jinotega, lleva su nombre.

PABLO, MODESTO Y BERNARDINO: ORGANIZACIÓN REVOLUCIONARIA MILITANTE

Úbeda, Duarte y Díaz Ochoa son cuadros militantes del FSLN, combatientes y símbolos de la juventud revolucionaria en la lucha contra la dictadura somocista que durante 1960 y 1970 entra en la fase de organización político-revolucionaria consciente. Encarnaron la ruptura generacional con el somocismo, asumiendo las armas como vía de liberación.
Pablo, Modesto y Bernardino expresan una transformación clave del hilo histórico desde la resistencia espontánea a la vanguardia organizada del FSLN. Su sacrificio no fue individual, sino estructural: permitió la acumulación de conciencia, organización y fuerza popular que condujo al triunfo revolucionario de 1979.
Rigoberto Cruz Argüello (1941-1967) Pablo Úbeda, integró el grupo de revolucionarios que fundarían el Frente Sandinista de Liberación Nacional, junto al Coronel Santos López, Carlos Fonseca Amador, Silvio Mayorga, Faustino Ruiz, Jorge Navarro, Francisco Buitrago, José Benito Escobar, Tomás Borge, Germán Pomares Ordóñez.
Recibió preparación político-militar se involucró activamente para la jornada guerrillera de Raití y Bocay, estableciendo las bases entre el campesinado, para garantizar condiciones operativas y logísticas entre Matagalpa, Jinotega y la Región de Caribe donde por años la Guardia Nacional lo buscó como barbudo, vestido de verde olivo, con mochila y rifle de combate; sin imaginar que se paseaba como un campesino más de botas de hule.

La Población y la Guardia le decía «El Cadejo de las Segovias», apodo que se ganó por el profundo conocimiento de las selvas segovianas y ubicaciones de colaboradores, guardias y soplones; con una capacidad de movilización y de efectividad para no ser detectado. Su mayor mérito fue haber sabido llegar al Campesino para tareas clandestinas, apoyo logístico y acciones armadas, propias de la lucha popular prolongada. Tuvo la tarea de organizar la Gesta Heroica de Pancasán y en ése proceso cayó emboscado.

La Universidad Nacional de Ingeniería, en su sede de Juigalpa, lleva su nombre.
Modesto Duarte Álvarez (1940-1963), destacado por su compromiso temprano durante los años de mayor represión y confrontación contra la dictadura somocista; vinculándose a acciones insurreccionales locales, trabajo de masas y resistencia rural armada. Participante del movimiento guerrillero de Raití y Bocay, es ejemplo de disciplina, sacrificio y lealtad orgánica al Frente Sandinista. Su figura reafirma el carácter colectivo y popular de la Revolución: representa al militante popular anónimo, silencioso, pero decisivo; sin el cual no habría sido posible el triunfo revolucionario.

Es parte creadora del himno sandinista “(…) Luchar es nuestro grito de guerra; vencer es nuestro ideal; al grito de «Patria Libre o Morir», marcharemos al triunfo de la revolución (…)”.
Es asesinado por la oprobiosa Guardia Nacional en las montañas del norte nicaragüense junto a Faustino Ruiz “El Cuje”, Jorge Navarro, Mauricio Córdoba, Iván Sánchez y Francisco Buitrago. Su sacrificio lo convirtió en un ícono de la lucha por la libertad y la justicia en Nicaragua, siendo recordado por la militancia sandinista y las familias de Boaco.

La Universidad Nacional Agraria en su sede de Camoapa, lleva su nombre.
Bernardino Díaz Ochoa (1941-1971) campesino sindicalista y revolucionario cuya vida militante se desarrolló dentro de la persecución, clandestinidad y alto riesgo personal. Participó en labores de organización política, concientización y apoyo a la lucha armada. Junto a su compañera de vida, Benigna Mendiola, organizó un movimiento sindical rural que sirvió de base para la lucha guerrillera del Frente Sandinista; así reclutaron a Petrona Hernández López, más conocida como Amanda Aguilar, una de las mujeres del Cuá.
Suya es la frase que inspiraría la reforma agraria: “(…) No somos aves para vivir del aire, no somos peces para vivir del agua, somos hombres para vivir de la tierra (…)”; que expresa la conciencia social y política de Bernardino como militante sandinista, en un momento de despojo, pobreza estructural y dependencia. La frase afirma que la vida digna requiere condiciones materiales reales (tierra, trabajo, producción), a la par de oportunidades.
Fue encarcelado en varias ocasiones por su militancia sandinista, sobre todo a raíz de la llamada «Gesta de Pancasán”; la última vez, en La Tronca, departamento de Matagalpa, es capturado, torturado y asesinado. Su cadáver se halló en Yali, cerca de Wasaka.
La Universidad Nacional Agraria, en su sede de Managua, lleva su nombre.

EL ZORRO, EL PUEBLO ARMADO COMO SUJETO HISTÓRICO

Francisco Rivera Quintero (1954-1998), Comandante Guerrillero Rubén, conocido en la lucha revolucionaria como El Zorro, uno de los más audaces y emblemáticos combatientes urbanos que defendió con táctica y valentía el legado de Sandino y los precursores hacia el FSLN en la lucha por libertad, soberanía y autodeterminación de Nicaragua. Diseñó y lideró las tres insurrecciones que el pueblo de Estelí tuvo en sus heroicas rebeliones contra el dictador Somoza, su guardia genocida y el apoyo descarado del gobierno norteamericano.
Con él, la doctrina de soberanía deja de ser únicamente una gesta militar patriótica y se convierte en resistencia popular organizada. Representa al campesinado consciente y el territorio como espacio de lucha para transformación de la patria desde el pueblo sencillo. Es referente del combate profesional revolucionario en acciones de guerrilla rural y urbana especializada en hostigamiento al enemigo, en operaciones de alto riesgo, expropiaciones, rescates y golpes selectivos que debilitaron la imagen totalitaria del régimen; elevando la moral popular y demostrando que la dictadura era vulnerable incluso en la ciudad.

Su figura mística está asociada a la disciplina clandestina, a la inteligencia operativa y a la audacia revolucionaria durante los años de formación ideológica de juventudes, trabajos de inteligencia y contrainteligencia, logística y protección de redes clandestinas y cuadros políticos previos al triunfo del Poder Popular el 19 de julio de 1979.

La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en su sede de Estelí, lleva su nombre.

SAN JOSÉ DE LAS MULAS: DEFENDER LAS CONQUISTAS ES DEFENDER SOBERANÍA

Posterior al triunfo del pueblo que derrocó a Somoza e instauró el Gobierno Sandinista, el 27 de febrero de 1983, en la comunidad de San José de las Mulas, Matagalpa, veintitrés
(23) militantes de la juventud sandinista fueron interceptados, capturados y asesinados con extrema crueldad por fuerzas de la contrarrevolución para sembrar terror, desarticular la organización popular y frenar los programas sociales de la Revolución en el contexto de la agresión armada externa impuesta por Estados Unidos durante la década de 1980.

Eran hombres y mujeres organizados del proceso revolucionario, vinculados a tareas de alfabetización y educación popular, salud comunitaria, organización productiva y defensa territorial, así como, acompañamiento a las comunidades rurales. Símbolo de compromiso con la soberanía, la justicia social y la defensa del vigente proyecto histórico de la Nación.

Este fue un crimen de lesa humanidad contra civiles organizados cuyo impacto global fue de alta conmoción e indignación que nos fortaleció la unidad, la conciencia y la capacidad
-entonces armada y ahora cívica- de resistencia frente a los modelos de intervención.

Constituyó un elemento para la derrota moral, militar y diplomática contra Estados Unidos que mereció condena de la Corte Internacional de Justicia por actividades militares y paramilitares en su guerra de agresión y sentenciado a indemnizar a nuestro pueblo por un estimado de 17 mil millones de dólares que EEUU aún no paga porque no reconoció la jurisdicción y porque Nicaragua retiró formalmente la demanda en 1991 bajo el gobierno de Violeta Chamorro, cerrando el caso.

Los Héroes de San José de las Mulas son referencia central para la juventud nicaragüense en defensa de la Revolución. La Universidad Nacional Politécnica lleva su nombre.

JÓVENES SANDINISTAS CONSTRUCTORES DEL FUTURO HEREDEROS DE LA PATRIA

El compromiso universitario forma profesionales con valores: honestidad, responsabilidad social, disciplina, solidaridad y vocación de servicio. Su liderazgo ético orienta al ejercicio profesional transparente; defender la paz y demás conquistas; la toma de decisiones con impacto social positivo y la promoción del diálogo como recurso de solución a problemas.

El protagonismo juvenil articula la participación cívica para mejorar procesos que aporten al equilibrio social, optimizando tecnologías de transformación de energía, calidad de salud, educación y ambiente; asegurando políticas y proyectos con resultados sostenibles.
El universitario comprende que el desarrollo amerita conciencia histórica para fortalecer identidad, dignidad y soberanía cultural. Asegurándose un pensamiento crítico propio con fuerza orientadora hacia el futuro y en defensa de identidad frente a la colonización cultural.
A nivel transversal la academia le pone a su disposición instrumentos como investigación, innovación, extensión y gestión.

La investigación universitaria está comprometida con el bien común y la solución de los problemas reales de los territorios y sus respectivos sectores productivos y sociales.

Procura la sinergia institucional y la articulación de actores referentes en comunidades permitiendo escalar proyectos viables. Esto implica: (i) Diagnósticos rigurosos con datos nacionales que sean transversales a múltiples instituciones y políticas públicas combinadas; (ii) Propuestas integrales social, técnica y financieramente; (iii) Resultados e indicadores homologables a programas específicos dentro de las agendas públicas locales.
La innovación universitaria está destinada para crear valor nacional.

Desde prototipos, patentes, modelos de negocio y emprendimientos sociales, la juventud impulsa: (i) Transformación productiva y tecnológica; (ii) Generación y multiplicación de empleo digno;
(iii) Sustitución de importaciones; (iv) Exportaciones con identidad nacional; (v) Impacto moral exponencial.
La extensión universitaria es proyecto de país, alineada con el desarrollo sostenible.

La universidad sale del aula y se instala en el territorio, acompañando a comunidades, cooperativas, gobiernos locales y centros educativos. Se expresa en: (i) Asistencia técnica y capacitación; (ii) Innovaciones apropiadas al contexto local; (iii) Fortalecimiento organizativo y productivo.

Así, el conocimiento universitario se convierte en derecho social y en motor directo del bienestar colectivo.

La gestión universitaria es el proceso integral de planificación, organización, ejecución y control de los recursos y actividades académicas, administrativas, financieras, comunitarias) y demás para cumplir eficientemente la misión de cada institución de educación superior, buscando la calidad, la pertinencia y el desarrollo sostenible, a través de la articulación de sus dimensiones y la adaptación a los retos actuales hacia un futuro profesional con honor, responsabilidad y protagonismo.

Felicitaciones a la juventud universitaria que honra la gloria de nuestros héroes y mártires quienes entregaron su vida por la definición dinámica del Pueblo de Nicaragua con un argumento articulador rescatado por la vigente jefatura del Frente Sandinista de Liberación Nacional de la Obra fundamental de Carlos Fonseca Amador y los profundes aportes de Aldo Díaz Lacayo, Prócer de la Identidad Nacional; ambos prominentes ideólogos.

Viva la heroica juventud nicaragüense de todos los tiempos !!!

Managua, 22 de diciembre de 2025