Barricada

Recordando al Apóstol de la unidad sandinista, Comandante Camilo Ortega 

 “[…] el Comandante Camilo Ortega Saavedra, […]  nos dejó inspiración, legado, responsabilidad y deber, la patria, la revolución, ese amor crece […] iluminando todos los deberes y responsabilidades que tenemos para alcanzar la Nicaragua que hemos soñado, esa que vamos ya habitando en primer lugar con el tesoro patrimonial de la Paz”

Cra. Rosario Murillo, 13 de diciembre del 2023

Camilo Antonio Ortega Saavedra nació en la ciudad de Managua el 13 de diciembre de 1950. Hijo de don Daniel Ortega y doña Lidia Saavedra. Creció en el seno de una familia humilde, profundamente identificada con las ideas revolucionarias. Sus primeros años los vivió en el barrio San Antonio, donde destacó por su interés por la literatura.

Camilo se adentró en las ideas de la revolución y el pensamiento de Sandino, influenciado por su entorno familiar, especialmente por sus hermanos. Además, forjó vínculos estrechos con otros jóvenes de su barrio, como Carlos Reyna, Enrique Lorente Ruiz, Ernesto Fernández, Selim Shible y Edmundo Pérez, con quienes compartía su compromiso político, a través de las actividades organizadas por la Juventud Patriótica.

De la resistencia estudiantil a la acción guerrillera

Desde temprana edad, mostró un carácter inquieto y rebelde, lo que lo llevó a destacarse por su oposición a las medidas represivas en el Instituto Pedagógico de Managua. Este espíritu de resistencia se evidenció el 23 de julio de 1960, cuando participó activamente en la conmemoración del primer aniversario de la masacre de estudiantes en León, a manos de la Guardia Nacional en 1959.

En su adolescencia, cursó el primer año de secundaria en el Colegio Simón Bolívar, pero regresó al Instituto Pedagógico de Managua, donde estudió hasta el cuarto año. A pesar de su corta edad, desarrolló un pensamiento ideológico revolucionario, alimentado por su pasión por la lectura y un firme sentido crítico. A lo largo de su vida escolar, se destacó tanto por su rendimiento académico como por su implicación en causas políticas.

Entre 1964 y 1966, participó en manifestaciones como las del 1º de mayo, defendiendo los derechos de los trabajadores. Fue en 1966 cuando se unió al Frente Estudiantil Revolucionario (FER), promoviendo movilizaciones para denunciar la dictadura Somocista. Su activismo creció, y en la manifestación del 22 de enero de 1967, estuvo presente en la conocida «Masacre de la Avenida Roosevelt», un momento clave de la lucha popular, donde la clase política tradicional traicionó al pueblo.

Junto a otros jóvenes como Jorge Guerrero y Selim Shible, asumió el reto de formar los Comandos Armados Sandinistas, con la misión de realizar acciones de guerrilla urbana. Culminó sus estudios de secundaria en el Colegio Salesiano de Masaya, pero sin abandonar su compromiso político. En ese nuevo entorno, logró expandir su influencia, incorporando a más compañeros a las luchas del movimiento estudiantil.

A pesar de su juventud, con solo 18 años en 1968, Camilo ya era una figura prominente dentro del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). En ese entonces, desempeñaba un papel crucial en las estructuras del movimiento revolucionario, destacándose como director y editor de la revista Adelante. Esta publicación reflejaba la madurez política e ideológica, y su firme compromiso con la causa. En sus páginas se dejó claro el papel fundamental que debía desempeñar la juventud, especialmente los estudiantes, en la transformación de la sociedad nicaragüense.

En abril de 1969, ingresó a la Universidad Autónoma de Nicaragua en León, en un año significativo, cuando se conmemoraba el décimo aniversario de la masacre de los estudiantes de la UNAN-León, ocurrida el 23 de julio de 1959. En la universidad, Camilo tuvo la oportunidad de relacionarse con otros destacados jóvenes como Leonel Rugama, Omar Cabezas y los hermanos Juan José y Edgard Munguía.

Ese mismo año, comenzó la publicación del periódico El Universitario, bajo la supervisión de Leonel Rugama, como parte de su labor en propaganda, donde Camilo contribuyó activamente. Sus tareas no se limitaron solo a la organización de acciones, sino que, incluían  la formación de círculos de estudio entre los grupos de estudiantes que reclutaba.

Entre 1973 y 1975, el Comandante Camilo Ortega creció dentro del FSLN, fortaleciendo su formación política, militar e ideológica. Estudió con disciplina la teoría revolucionaria, analizándola y aplicándola en la práctica. 

Tarea organizativa en Masaya 

Al llegar a Masaya, una de las primeras tareas del comandante fue realizar un estudio profundo de la situación operativa. Recorrió la ciudad, se adentró en sus rincones más alejados y reconoció las zonas clave para la tarea política y militar que necesitaba llevar a cabo. 

Camilo se dedicó a trazar un croquis detallado de la ciudad y del cuartel, elaboró listas de opositores y reconoció las zonas de seguridad. Identificó los puntos estratégicos a golpear, ampliando constantemente la red de colaboradores. Además, comenzó a formar política y militarmente a los compañeros que lo rodeaban, preparándolos para un trabajo conjunto. Su interés por conocer a fondo las características de cada uno de los cuadros le permitía ubicarlos de manera más efectiva, asegurando que pudieran rendir al máximo en sus respectivos sectores.

Su trabajo no se limitó solo a Masaya; también se desplazó por Granada, Carazo y Rivas, llevando a cabo una labor política organizativa que tenía el respaldo del trabajo del cura guerrillero Gaspar García Laviana en las zonas rurales. En estos lugares, Camilo ya era un nombre conocido y respetado por la población.

En octubre de 1977, se desató la insurrección en Masaya, un acontecimiento que marcó un hito en la lucha revolucionaria. Muchos compañeros, como Hilario Sánchez, Félix Pedro Picado, Álvaro Baltodano e Israel Lewites. El Comandante Camilo Ortega fue el responsable de la organización y planificación de esta operación que, a su vez, marcó el inicio de la insurrección popular contra la dictadura de Somoza. Tras estos sucesos, reflexionó: “La audacia revolucionaria es una cosa y el aventurismo es otra. Y es con audacia que iremos desarrollando la guerra […]” añadiendo: “[…] En la medida que golpeemos con más contundencia y de forma continua al enemigo, lo iremos llevando a la defensiva, lo acorralaremos en sus propios centros, lo someteremos en su retaguardia […]”.

El 2 de febrero de 1978, bajo su mando, se llevó a cabo la toma de la ciudad de Granada. Esta acción marcó un avance significativo en la estrategia guerrillera del FSLN y un paso más en la lucha por la libertad de Nicaragua.

El 19 de febrero de 1978, el pueblo indígena de Monimbó se levantó contra la Guardia somocistas, lanzando bombas de contacto contra las casas de estos. El 21 de febrero, en conmemoración del 44 aniversario del asesinato del General Augusto C. Sandino, comenzaron a levantarse barricadas, quemar casas y vehículos, y el conflicto se extendió a otros barrios de Masaya.

El anillo defensivo que protegía la ciudad se dividió en tres sectores: el N°. 1, al este de las Cuatro Esquinas, dirigido por Armengol Ortiz López; el N°. 2, en las Lomas de Sandino, bajo el mando de Bayardo López Mercado; y el N°. 3, en Monimbó, comandado por Mauricio Flores Arley. Ante la imposibilidad de tomar el control del barrio, la Guardia Nacional recurrió a un ataque aéreo con dos helicópteros artillados, disparando contra la población.

El 26 de febrero, cayó  heroicamente el Comandante Camilo Ortega junto a Arnoldo Quant Ponce y Moisés Rivera Maltes, en una casa de seguridad en Los Sabogales. 

“Hay que darse cuenta de que, ante la historia, Camilo se convierte en el referente de la unidad del Frente Sandinista. Es decir, él era quien sumaba, quien respaldaba, quien decía: «Respeto tu punto de vista, pero hagámoslo de esta forma. Veamos más adelante lo que propones, pero sigamos trabajando porque necesitamos triunfar». De esta manera, ayudó a convencer a los demás y a convencerse a sí mismo de que lo que tenía mayor valor era la revolución, el país, la patria, el pueblo. Y entonces, si uno está convencido de algo, puede convencer a los demás”- compañera Gladys Báez, 2018.

Referencias: 

Baquedano, J. (2023, febrero 26). Camilo Ortega: la unidad de todos los revolucionarios para liberar a la Patria. Diario Barricada. https://diariobarricada.com/destacadas/camilo-ortega-la-unidad-de-todos-los-revolucionarios-para-liberar-a-la-patria/

Te puede interesar: Homenaje a Conchita Palacios