En el corazón de Catarina, municipio conocido por sus miradores y su imponente Laguna de Apoyo, el turismo comunitario se fortalece como una opción para quienes buscan naturaleza, aventura y experiencias auténticas. Senderos ecológicos y actividades extremas como el canopy se han convertido en parte esencial de esta nueva oferta turística que impulsa el desarrollo local.
Douglas Lacayo, de 34 años, es uno de los rostros detrás de este esfuerzo. Desde hace 10 años, forma parte del equipo de guías de Senderos Los Mangos, un proyecto que nació gracias a la alianza entre la Alcaldía Municipal y la Ruta Colonial y de los Volcanes, una iniciativa que conecta destinos desde Chinandega hasta la Isla de Ometepe.
«Empezamos habilitando caminos como la antigua línea férrea y la Pila Pacaya, pero Senderos Los Mangos es hoy el más visitado», explica Lacayo mientras recuerda los inicios del proyecto. La caminata ofrece avistamiento de monos cara blanca, monos congo y diversas aves, además de vistas privilegiadas del volcán Mombacho, la ciudad de Granada y la propia Laguna de Apoyo.
El trabajo de la cooperativa de guías, formada inicialmente por 50 jóvenes en formación y que hoy cuenta con 12 integrantes activos, ha sido apoyado por instituciones como el MARENA y el Parque Nacional Volcán Masaya. «Nuestro sueño es convertirnos en tour operadoras», cuenta Lacayo con entusiasmo. «Ya hemos establecido alianzas con empresas de Costa Rica, Panamá y recientemente con una tour operadora mexicana que nos visitó».
El apoyo de la Alcaldía Municipal también ha sido crucial para sostener esta iniciativa. «Nos respaldan cuando necesitamos materiales como basureros o infraestructura básica», resalta Douglas, quien insiste en que el turismo comunitario no solo atrae visitantes, sino que también abre oportunidades de emprendimiento para la gente de Catarina.
Pero no todo en Catarina es caminar entre árboles. Para quienes buscan un poco más de adrenalina, el canopy Guardabarranco es otra de las experiencias imperdibles. William Cortés, propietario de esta aventura aérea, describe cómo los visitantes recorren 1,450 metros de cable suspendido, disfrutando de la vista y la naturaleza.
«Los niños y jóvenes son quienes más disfrutan esta actividad», afirma Cortés. «Nuestros guías profesionales instruyen a los usuarios para que vivan una experiencia segura y memorable. Esta semana ha sido de mucha concurrencia y la gente sale encantada».
Así, Catarina se sigue consolidando como un destino que combina lo mejor de su riqueza natural con la iniciativa de su gente. Senderos y canopy, dos opciones distintas pero complementarias, reflejan el mismo espíritu: hacer del turismo una herramienta de crecimiento para toda la comunidad.
