Barricada

Sandino: Yo me inclino por un régimen de cooperativas

El 19 de febrero de 1934, hace 89 años, el General de Hombres Libres, Augusto César Sandino, entregaba el Acta Constitutiva y reconocimiento legal de la primera cooperativa de Nicaragua: la Central de Cooperativas del Río Coco, Wiwilí. De esta forma, se daba origen al movimiento cooperativo como tal en nuestro país.

Por esta razón, Augusto César Sandino, es considerado el Padre del Cooperativismo en Nicaragua y  en reconocimiento al movimiento cooperativista del país, la Asamblea Nacional, el 10 de octubre de 2011, aprobó la Ley Nª775,  declarando el 19 de febrero «Día Nacional del Cooperativismo en Nicaragua”.

Los miembros de este órgano legislativo consideraron que esta ley representaba “un merecido reconocimiento al Movimiento cooperativo nicaragüense, protagonista de profundas transformaciones en el sistema político, social y productivo del país”.

El “Día Nacional del Cooperativismo en Nicaragua” fue celebrado por primera vez el 19 de febrero del año 2012. En ese mismo año, se celebraba también a nivel mundial el Año Internacional del Cooperativismo, declarado por la ONU el 18 de diciembre de 2009 en la 64ª reunión general en una resolución sobre “las Cooperativas y el Desarrollo Social”. 

Para comprender la importancia de esta efeméride, tenemos que recordar que el cooperativismo es una parte muy significativa del legado histórico del General Augusto C. Sandino. De hecho, en las declaraciones brindadas al periodista Ramón De Belasteguigoistia, había afirmado: “Yo me inclino por un Régimen de Cooperativas”. Se trataba de una propuesta alternativa de desarrollo del país, que iba a transformar en protagonistas, a los más empobrecidos de la sociedad nicaragüense de ese entonces.

Aquel 19 de febrero de 1934, en el cual se constituía y reconocía legalmente la primera cooperativa de Nicaragua, sería su último acto en la montaña, en el proceso de pacificación. Dos días después, en Managua, Sandino y sus compañeros serían secuestrados al bajar de Casa Presidencial después de una cena con Sacasa y llevado al campo de aviación al noreste de Managua, en donde Sandino fue asesinado por la Guardia Nacional, junto con los generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor; pocos momentos antes, su hermano Sócrates Sandino había corrido la misma suerte. La orden había sido dada por el  dictador Anastasio Somoza García, quien actuaba en el interés del gobierno norteamericano.

Para la administración de los EEUU, Sandino no era solamente el guerrillero victorioso, sino el peligroso líder de un proyecto revolucionario, quien iba a entregar el poder político al pueblo y, al mismo tiempo, proyectaba un nuevo paradigma económico, cuyo ejemplo más vital eran las cooperativas fundadas en las riberas del Río Coco.

Ni el imperialismo yanqui, ni la oligarquía local explotadora estaban dispuestos a permitir que se realizara el proyecto de Sandino para Nicaragua.

En el Día Nacional del Cooperativismo en Nicaragua, el Equipo de Barricada/Historia, propone a sus lectores la historia de la primera cooperativa nicaragüense, que se llamaba “Central de Cooperativas del Río Coco, Güigüilí”.

COOPERATIVA RÍO COCO, SECCIÓN CENTRAL, GÜIGÜILÍ. 

El General Augusto C. Sandino, el 27 de agosto de 1932, había anunciado su proyecto de crear cooperativas para obreros y campesinos en las zonas liberadas por su ‘pequeño ejército loco’ y la “Central de Cooperativas del Río Coco, Güigüilí” y se desarrolló con increíble vitalidad y notables resultados, entre enero de 1933 y febrero de 1934. 

Se trata de una historia que vale la pena conocer.

Cooperativa Río Coco, Sección Central Güigüilí fue el nombre de la cooperativa insignia del General Sandino, brindándole prioridad en sus actividades a la autosuficiencia alimentaria: 

“Nicaragua importa una gran cantidad de productos que no debe, como cereales, carnes, grasa, etc., por la costa del Atlántico. Todo esto se puede producir allí. Por lo pronto haremos navegable el río, después empezaremos a abrir terrenos de cultivo. Pero hay una exuberancia vegetal increíble. Solo el cacao silvestre les pone por de pronto en condiciones de explotación económica”.

[…]

Para el General Sandino: 

“La tierra produce todo lo necesario para la alegría y comodidad del género humano. Pero, como hemos dicho, por largos siglos la injusticia se enseñoreó sobre la tierra y las grandes existencias de lo necesario para la vida del género humano han estado en manos de unos pocos señorones. La gran mayoría de los pueblos carece hasta de lo indispensable, y quizá hasta se ha muerto de hambre después de haber producido con sudor lo que otros derrocharon en francachelas. Pero ya habrá justicia, y la guerra de los opresores de pueblos libres será relevada por la guerra de las libertades. Y después, como habrá justicia, en consecuencia habrá paz sobre la tierra”. 

El General Sandino fue el primero que en medio de la pobreza imperante en la montaña construyó viviendas dignas para el campesinado, instalándoles hasta comedores comunales, por lo cual, las cooperativas sandinistas eran auténticas comunas, es decir, unidades diseñadas para trabajar y producir, consumir y convivir en términos solidarios, justos y equitativos. En cuanto a la educación, factor clave en la superación de un pueblo, frente el analfabetismo generalizado el General Sandino procedió, hasta donde fue posible, a enseñarle a su pueblo a leer y escribir, pues según sus mismas palabras: 

– En la Cooperativa del Río Coco la instrucción será obligatoria y gratuita en todas las edades, hasta que no quede un solo analfabeta. 

– Nuestra ignorancia ha sido siempre explotada por los pícaros, quienes han vivido de la sangre del pueblo. 

– Nuestro ejército de obreros y campesinos anhela fraternizar con los estudiantes, porque comprendemos que de nuestro ejército y de ellos sacaremos hombres que con nuevas orientaciones harán de nuestro suelo una Patria Luz…

En consecuencia, se abrieron escuelas para niños y adultos en los territorios liberados por el “Pequeño Ejército Loco” especialmente a lo largo del Río Coco, y en el ejército se organizó un Departamento de Alfabetización para educar a los soldados y oficiales analfabetas, lográndose avances tan grandes que hasta el General Pedro Altamirano se alfabetizó y, para estar al día con la tecnología de la época, aprendió a escribir a máquina con un solo dedo. 

– Durante los azares de la lucha y a pesar de su edad, solamente porque yo se lo ordené, Altamirano aprendió a leer y escribir cancaneando y cacarañando, pero ha progresado mucho y ahora, asómbrese, también sabe escribir a máquina pero con un solo dedo. 

Según refiere Bernardino Garmendia, un juez nombrado por el General Sandino en la comunidad de Aniwás: 

– La primera escuela se organizó en Yamales, después otra en Santa Rita, otra en Raití y otra más en Awashiba. Todos estudiábamos gracias a él, los soldados, los que les servíamos y todo el pueblo, porque toda esa zona estaba en manos del general. 

En lo relativo a la salud, factor indispensable en el desarrollo de toda una población, la ausencia de médicos y escasez de medicamentos en las terribles condiciones impuestas por la guerra, asolaban la región: 

– Nuestros heridos se mueren por falta de tratamiento oportuno. 

– No solo los soldados, sino también los civiles, entre los cuales se encuentran muchas mujeres y niños. 

Por lo cual, las mujeres sandinistas organizaron un equipo de enfermeras para atender a los miembros del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional y a la población regional, habiendo trabajado con tanto empeño que durante 1933 llevaron a cabo una campaña de vacunación a lo largo y ancho del río Coco. 

En cuanto a la producción agropecuaria, en el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional operó un Departamento de Agricultura capaz de garantizar el abastecimiento de granos básicos y otros productos agrícolas a los campamentos guerrilleros, y a quienes realizaban estos aportes se les entregaban armas, implementos agrícolas, medicamentos, etc. etc. 

Además de lo anterior, las cooperativas sandinistas que involucraban a varios miles de familias campesinas, demostraron su viabilidad, desplegaron su capacidad y mejoraron las condiciones de trabajo y vida del campesinado, habiendo planeado el General Sandino hasta la instalación de una radiodifusora local, la conexión telegráfica con Cabo Gracias a Dios, y la construcción de un aeropuerto para establecer vuelos regulares a Managua. 

Walter Castillo Sandino, nieto de Augusto César Sandino, llegó a la conclusión de que esas cooperativas encarnaban en su abuelo el estupendo ideal de la “Fraternidad Universal”, cuando ya no existan ni explotadores ni explotados, desaparezca la propiedad privada entre las gentes y las fronteras entre las naciones, para no vivir como esclavos del trabajo ni como extranjeros en ninguna parte del mundo.

Walter Castillo señala: 

– En una carta que encontramos recientemente, cuenta que habían hecho una especie de puerto fluvial en las costas del Río Coco, desde donde estaban moviendo las mercancías… lavaban el oro, talaban la madera y sembraban grandes extensiones de tierra de granos básicos y productos agrícolas para la exportación, como plátanos. También se dedicaban a la pesca, y eso hizo que aquella cooperativa, aquella comuna se levantara en muy poco tiempo, porque todo este trabajo se hizo entre el mes de enero de 1933 y febrero de 1934. 

Se planificó también la explotación de los recursos naturales (madera, chicle y hule) en beneficio de la región y la nación, habiendo comisionado a Abraham Rivera para que le solicitara al Presidente Sacasa un préstamo de 100 mil dólares, a tres años de plazo, para sufragar los gastos operativos de su exportación, y aunque el préstamo no se obtuvo, el Presidente Sacasa les proporcionó provisiones, machetes y diversos implementos para el comisariato de las cooperativas, porque, según palabras del General Sandino:

– Por el momento nuestro sacrificio solamente ha logrado evitar la presencia de tropas mercenarias en nuestro suelo, deteniendo la orgía y corrupción que se desató en Nicaragua con la ocupación de los filibusteros yanquis… aprovecharé este tiempo para organizar cooperativas en estas bellas regiones que por siglos han permanecido abandonadas por los hombres de Estado

Fue precisamente la práctica de estas labores agropecuarias durante toda la guerra lo que le permitió al General Sandino, tras firmar la paz con el Presidente Sacasa, organizar con sus combatientes los proyectos cooperativos en los lugares donde antes los yanquis sembraron la muerte y la destrucción.

El día sábado 19 de febrero del año 2011, durante el programa televisado: “Fuerza Cooperativa… Una opción para el Desarrollo”, Walter Castillo Sandino, acompañado por María Antonieta Aráuz (nieta del General Pedro Altamirano), José Daniel García (nieto del General Francisco Estrada) y Elías Miguel Cabrera (nieto del General Miguel Ángel Ortez) anunció al pueblo nicaragüense que 77 años atrás, el 19 de febrero de 1934, su abuelo, el General Augusto César Sandino, Padre del Cooperativismo Nacional, les llevó a sus hermanos y hermanas de la Cooperativa Río Coco los medios de prensa que publicaban el Decreto del Presidente de la República, Juan Bautista Sacasa, que autorizaba el funcionamiento de dicha cooperativa, motivo por el cual, el General Augusto César Sandino viajó en un aeroplano desde Managua, sobrevoló la cooperativa en Güigüilí y les lanzó desde el aire los periódicos del caso. Lo que representa, sin duda alguna, el nacimiento oficial del cooperativismo en Nicaragua. 

De manera que, así como la Sociedad de los Justos Pioneros de Rochdale en Inglaterra es reconocida oficialmente como la Primera Cooperativa establecida en el mundo el 21 de diciembre de 1844, la Cooperativa Río Coco, Sección Central, Güigüilí, Nicaragua, Centro América es reconocida formalmente como la Primera Cooperativa establecida en Nicaragua el 19 de febrero de 1934.

[…]

Como bien puede apreciarse, el amanecer del cooperativismo nicaragüense floreció en el breve lapso de un año, desde el mes de enero en 1933, cuando los United States Marine Corps (USMC) se retiraron derrotados por el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN), hasta el mes de febrero de 1934, cuando el imperialismo gringo y la oligarquía criolla asesinaron a Augusto César Sandino, por representar, más que a un guerrillero victorioso, a un comunero peligroso, sumamente peligroso por ser capaz hasta de desmantelar a la Guardia Nacional (GN), el ejército de ocupación organizado en 1927 por el Gobierno Norteamericano para preservar sus intereses. Y en consecuencia, convertir en realidad el sueño de Sandino, es decir, la alianza de obreros, campesinos, mineros, artesanos, estudiantes, pequeños y medianos propietarios, modestos asalariados, y hasta profesionales, artistas e intelectuales caracterizados por su nacionalismo, con el objetivo de desarrollar su proyecto libertario tras la toma del poder porque solo mediante el poder popular, auténticamente popular, soñaba Sandino ejercer el poder. 

Un sueño que ni el imperialismo yanqui, dominante y expansivo, ni la oligarquía criolla, dominada y contractiva, podían aceptar convertido en realidad. Por consiguiente, ante la incapacidad de derrotar al General Sandino, o al menos de apartarlo, simplemente optaron por asesinarlo.

[…]

Tras asesinar al General Sandino y sus acompañantes, su hermano Sócrates y los Generales Juan Pablo Umanzor y Francisco Estrada, pues solamente el Coronel Santos López logró escapar, la GN, con Somoza al frente, inició una operación limpieza, equivalente a un exterminio tan brutal que nunca se conocerá la cifra total de muertos, de ambos sexos y todas las edades, por cuenta de la Guardia Nacional. Los sandinistas y las sandinistas resistieron, no cabe la menor duda, pero estando casi desarmados sucumbieron ante los ataques masivos de la GN. 

La Sección Central de la Cooperativa Río Coco en Güigüilí, defendida por 100 combatientes armados, fue totalmente arrasada, incluyendo a los ancianos, las mujeres y los niños. Mas no sabían que conforme a los sandinistas y las sandinistas iban cayendo, la Patria se iba nutriendo de Héroes y Heroínas.

Extractos del tercer capítulo del libro de Carlos Salazar Alfaro La Primera Cooperativa de NicaraguaGüigüilí, 1ª ed., Managua: CARUNA, 2011, pp. 43-57.

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PUEDES DESCARGAR EL LIBRO COMPLETO AQUÍ:

http://www.caruna.com.ni/documentos/libroprimeracooperativanic.pdf

Otras fuentes:

El 19 Digital

https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:26380-nicaragua-celebra-el-dia-nacional-del-cooperativismo

Asamblea Nacional de Nicaragua

http://legislacion.asamblea.gob.ni/Noticia.nsf/()/A01C6201AED5C0BB0625792D0073F309?OpenDocument

http://legislacion.asamblea.gob.ni/SILEG/Iniciativas.nsf/0/6243d367446fde2806257904005e39a5?OpenDocument