Barricada

En su 41 Aniversario, la UNAN-Managua hija de la Revolución Popular Sandinista

41 Aniversario UNAN-Managua

Hoy celebramos el 41 Aniversario de Desarrollo Institucional de la UNAN-Managua. A través del Decreto 10-36 del 29 de abril de 1982, se otorgó autonomía académica, orgánica, administrativa y financiera a la UNAN-Managua, con el propósito de garantizar al pueblo nicaragüense el derecho a la Educación Superior, gratuita y de calidad.

El 19 de julio de 1979, el FSLN, encabezando una insurrección popular, derrocó al gobierno de la dictadura militar somocista, que había dirigido el rumbo  de Nicaragua durante más de cuarenta años, por medio de una dinastía acusada en el ámbito nacional e  internacional de ser una de las más sangrientas de América Latina.

El triunfo sandinista significó importantes transformaciones en el campo económico, social y cultural. La Universidad nicaragüense no estuvo ajena a tales cambios, pues el gobierno revolucionario estuvo consciente de la importancia que la Educación Superior tenía para el desarrollo estratégico del proceso abierto por la Revolución y, particularmente, en lo que correspondía a la formación de su reserva en el plano político-ideológico. El triunfo revolucionario representó, entonces, un importante estímulo y factor impulsador de la Educación Superior de carácter público.

La UNAN era una de las instituciones de mayor prestigio dentro de la sociedad, y  de la que habían  surgido en las décadas anteriores a la Revolución un importante número de cuadros revolucionarios que reclutados en su mayoría por el Frente Estudiantil Revolucionario (FER) engrosaron la lucha insurreccional en las montañas y ciudades de Nicaragua. El FSLN consideró a la Universidad como uno de los sectores que no se había contaminado con la corrupción somocista. Desde sus raíces, la organización revolucionaria, en su programa histórico, establecía la importancia de la Educación Superior pública, gratuita y de calidad.

También en este contexto, la revolución triunfante, se desarrollaría la participación de los universitarios y universitarias en la Cruzada Nacional de Alfabetización y se realizarían las primeras transformaciones académicas dirigidas a dotar a la universidad pública de mayor coherencia y planificación.

La fundación de la Facultad Preparatoria, tanto en León como en Managua, Facultad expresamente establecida para hijos de obreros, campesinos y combatientes revolucionarios, y la aplicación de otros programas académicos como el Movimiento de Alumnos Ayudantes, programa de avanzada para dar respuesta al fuerte incremento de la matrícula de estudiantes universitarios fueron algunos de los proyectos estratégicos que la dirección de la Universidad pondría en práctica.

Se trataba, por otra parte, de fortalecer, como el centro principal de la Educación Superior en Managua, al Recinto Universitario “Rubén Darío” y reconstruir algunas de sus instalaciones que habían sufrido en los últimos meses de la Dictadura el embate de la Guardia Nacional. Se puede afirmar que en este período se consolidó el proyecto popular sandinista en la Universidad, marcado significativamente por una masiva apertura de las aulas universitarias a las capas más desposeídas de la población.

Asimismo, la participación de los universitarios de forma masiva en los batallones estudiantiles de la producción y las unidades de defensa (BIR, SMP, Milicias Populares Sandinistas) frente a la agresión perpetrada por el gobierno norteamericano representaron una regularidad histórica en los años de la primera etapa revolucionaria, abierta el 19 de julio de  1979.

LA UNAN-MANAGUA COMO UNA EXPRESIÓN DE LA REVOLUCIÓN

El 29 de abril de 1982, la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, mediante el decreto 10-36 estableció:

“Mientras no se dicte una nueva Ley Orgánica de la Educación Superior, la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua estará dividida en dos centros ubicados en la ciudad de León y en esta ciudad de Managua, regidos cada uno de ellos por un rector nombrado por la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.”

Es decir, el decreto en mención lo que hace es dar valor legal a lo de hecho existía: dos núcleos universitarios con propia vida y desarrollo, pero unidos por los objetivos esenciales de la Educación Superior, pues el decreto, a la vez que establecía las dos universidades, UNAN-Managua y UNAN-León, reformaba y ampliaba las competencias del Consejo Nacional de Educación Superior definiendo claramente sus funciones.

Ese hecho jurídico mediante decreto en el que surge como entidad independiente la UNAN-Managua, no hace sino consolidar lo que era una palpable realidad, pues el núcleo de Managua de la UNAN había crecido considerablemente, siendo el núcleo con mayor cantidad de estudiantes, así como una relevante incidencia en la realidad social, política y cultural de Managua y de Nicaragua entera y que en la segunda etapa de la Revolución, período abierto en el año 2007, tras el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional y la finalización del período de gobiernos neoliberales, período aciago para las universidades públicas de Nicaragua, la UNAN-Managua se haya constituido en una de las Universidades más importantes de Nicaragua y Centroamérica, con una vocación clara de servicio hacia las clases populares.

Una Universidad que tiene entre sus metas llevar la enseñanza hacia los lugares más recónditos de Nicaragua mediante el programa de Universidad en el Campo y la notable cantidad de proyectos de vinculación social y una notable participación en los programas nacionales de innovación y emprendimiento. Una universidad que formó parte de la lucha en unión de sus instituciones hermanas de educación superior pública y que fue capaz, contando con amplio apoyo popular y del Frente Sandinista de Liberación Nacional, de vencer las políticas neoliberales en materia de educación promovidas desde el interior y desde el exterior por los intereses más oscuros de la extrema derecha, intereses que siempre aspiran a revitalizarse.   

Luis Alfredo Lobato Blanco, historiador y docente universitario. Actualmente Vicerrector General de la UNAN-Managua