Por: Stalin Vladimir Centeno
Para la «guarachera» Celia Cruz, cantarle a Fidel, Raúl y el Che significaban una afrenta, pero la hacía sentirse orgullosa de hacerlo para los Bush, los Clinton, los Obama, Los Trump y los Biden.
Queremos separar en este artículo a la Celia la artista y la Celia la política. El problema se da cuando Celia la Artistas decide meterse a política entonces en esa burundanga solamente nos toca describir sus luces y sombras y dejar claro que no siempre todos los muertos son buenos.
Celia Cruz nació en La Habana, Cuba, el 21 de octubre de 1925. A principios de los ‘50 se unió a la legendaria orquesta “La Sonora Matancera”.
El 15 de julio de 1960 dejó su país natal y se fue a los brazos del imperialismo yanqui, grabó varios álbumes con el maestro Tito Puente y juntos despertaron el interés del público anglo y europeo en la música salsa, fenómeno que llegó a conocerse como «la Salsa de los 70‘».
Sus más de 70 álbumes generaron una cosecha interminable de discos de oro y platino, y más de un centenar de premiaciones.
En vida fue nominada doce veces a los Premios Grammy logrando ganar uno por primera vez en 1989. En 1987 Hollywood le dio su estrella en el Paseo de la Fama de esa ciudad. Tres años más tarde la Calle Ocho de Miami se nombró «Celia Cruz Way» y, en 1991, esa ciudad también le dio su estrella.
Durante las últimas décadas se mantuvo sistemáticamente activa en las campañas contra la Revolución Cubana generadas desde los Estados Unidos por lo que fue utilizada como ícono por el enclave contrarrevolucionario del Sur de la Florida.
La brillante trayectoria de Celia Cruz como referente de la salsa, nadie puede ni negarlo ni borrarlo, pero su legado está manchado por los pasos equivocados que dio en su cruzada de odio, venganza y resentimiento hacia Fidel Castro a quién toda la vida acusó de no permitirle retornar a la Isla para despedirse de su fallecida madre.
Existen expedientes desclasificados que dan cuenta que Celia Cruz tuvo dificultades, durante diez años, para ser admitida en Estados Unidos debido a antiguos lazos con el Partido Socialista Popular que solo se resolvieron luego de poder demostrar sus vínculos y donaciones de dinero a organizaciones violentas de Miami como la Junta Revolucionaria Cubana (JURE) dirigida por el terrorista Manuel Ray Rivero.
Estos mismos documentos federales de EE.UU. mostró que la reina de la salsa Celia Cruz recibió permiso para quedarse en Estados Unidos porque hizo una cruzada pública contra el comunismo.
Los documentos muestran que finalmente se le concedió permiso para permanecer en Estados Unidos en 1965, poniendo fin a una serie de rechazos de visas en los consulados estadounidenses desde la Ciudad de México a Montreal y La Habana que comenzó en 1952.
Tengo más de 30 años de hacer periodismo y en mi vida nunca escuché que Celia Cruz, hubiera utilizado las tarimas donde se hizo tan famosa y aprovechar la cobertura mediática que siempre tuvo, para condenar el bloqueo,
Sí, el genocidio más largo de la historia, que no ha podido botar a la gloriosa Revolución Cubana pero que se ha ensañado en niños, ancianos y jóvenes a los que empobrece, le impide el acceso a más salud y principalmente a vivir en paz como un pueblo libre y sin la injerencia norteamericana.
El 16 de julio del año 2003 fallecía la cantante cubana, Celia Cruz, en su casa de Fort Lee en Nueva Jersey a la edad de 77 años, debido a que tenía un glioma (tumor cerebral muy agresivo), sus restos fueron trasladados a Miami y recibió durante dos días un homenaje de los «gusanos cubanos» que todo los días conspiran en contra de la Revolución y el Pueblo Cubano.
¡VIVA CUBA!